lunes, 31 de diciembre de 2007

Y ha llegado la Nochevieja

Parece que no, pero a lo tonto, a lo tonto, ha pasado un añito más. Como decía Mecano: "Y en el reloj de antaño, como de año en año, cinco minutos antes de la cuenta atrás hacemos el balance de lo bueno y malo". En fin, que no me va este discursillo, que en mi opinión desde el 31 de Diciembre al 1 de Enero no pasa un año, pasa un día.

Que bonito, que nos acordamos de mandarles mensajitos de felicidad a la gente que nos importa. ¿Nos importa la gente de la que sólo nos acordamos un día al año? ¿No será que nos acordamos de la gente que tenemos en la agenda? ¡Valiente recuerdo! De esos mismos que si nos llamasen nos sorpredenderían. ¡Bah!

Y luego tomamos las uvas de la suerte, que vienen del año 1909 en que hubo sobreproducción de uva y los cosecheros tramaron el ardid de la suerte para convertirlo en tradición. Menos mal que no hubo sobreproducción de cebollas.

Y luego hacemos propósitos de año Nuevo: dejar de fumar, hacer deporte ... Vaya, que durante un par de días parece que a partir de mañana vamos a ser estupendos y maravilosos, y vamos a hacer lo que nunca nos hemos atrevido a hacer. A ver qué queda de todo esto dentro de dos semanas.

Pero bueno, vamos a verle el lado bueno. Hoy cenaremos bien y beberemos hasta que el sol nos mande a la cama con el calendario cambiado. Con un poco de suerte, nos rodearemos de familia y buenos amigos.

Feliz Año Nuevo.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Esta noche es Nochebuena

Y mañana es Navidad. Saca la bota María, que me voy a emborrachar. Ande, ande, ande la marimorena. Ande ande ande, que es la Nochebuena.

Pues sí, damas y caballeros, ha llegado. Antaño noche de tradiciones y familia, hoy escalada de consumismo y exceso. Viendo los resultados de la encuesta, parece que los sentimientos están un poco polarizados entre aquellos que la adoran y los que la denostan, con una significativa proporció de hedonistas preocupados por el descanso y la alimentación.

Sé que hay mayoría de cazadores furtivos de Rudolfs, pero tengo mis fundadas sospechas de que la encuesta fue manipulada durante al menos seis horas por elementos subversivos.

Voy a contarles mi humilde experiencia: no entiendo la Navidad. Se me escapa. Me he perdido algo que me hace moverme a un ritmo diferente al de los demás. Me encanta volver a casa, me encanta tener vacaciones, me encanta comer, beber y dormir, me encanta ver a tanta gente que normalmente no puedo ver.

Pero no tengo sentimientos navideños, nada me impulsa a hablar con la gente con la que normalmente no hablo, ni a felicitar las fiestas a todo aquel que tengo en la agenda del móvil o del correo, no me siento más feliz que otros días, ni tengo mejores de deseos. A lo mejor lo que pasa es que no soy tan hipócrita como otros que hoy te abrazan y mañana te ignorarán sin ningún pudor.

No voy a ser grosero, voy a felicitarles la Navidad. Espero que sean felices, igual que espero que sean felices el 4 de Febrero y el 17 de Junio. Y como decía Ska-P, recordemos a la gente para la que no va a haber Navidad.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Caupolicán

Regresaba yo ayer de madrugada después de un ardua noche de lucha callejera cuando me sorprendió el amanecer. Venía yo ya cansado de tanta lucha, tanto viaje. Y me vino a la cabeza aquellos versos de "anduvo, anduvo, anduvo, la aurora dijo basta". Escarbé en mi memoria para recordar que era un soneto de Rubén Darío, que recordaba al caudillo Caupolicán.




Es algo formidable que vio la vieja raza:
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
desjerretar un toro, o estrangular un león.

Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.

"¡El Toqui, el Toqui!", clama la conmovida casta.
Anduvo, anduvo, anduvo. La Aurora dijo: "Basta"
,e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.


Esto cuenta una curiosa forma de elección de caudillo, que técnicamente será algo así como "troncocracia" y consistía en ver quien aguantaba más portando un tronco sobre sus hombros. Parece ser que este hombre duró tres días. No sé, no es por faltar al respeto a las culturas precolombinas, pero esto de hacer jefe al más bruto del pueblo no me parece demasiado acertado. Me quedo con el poema ...

Volveremos

Puede que estemos lejos de casa
Puede que estemos lejos del mar
El Gran Mújel estará esperando
a que volvamos al hogar

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Una bestia de la carretera

La verdad es que me impresionó su línea la primera vez que lo vi en un anuncio en la revista de Iberia. Era sólo una foto, sin más, y ya hubo algo que me cautivó, una voz silenciosa que me atrajo poderosamente. Ahora sé lo que es, y probablemente tenga que ver con sus 420 caballos de vapor de potencia. Una bestia, un monstruo, una flecha.

El único inconveniente que le veo son los 125.000 lerus que hay que desembolsar para tener esta joya, por no hablar de que para darle de beber hay que ser socio de Repsol. También le achacaría lo del cambio automático/secuencial cuando una máquina de esta magnitud llama a gritos a un cambio manual para disfrutarlo a tope.

Y es que el otro argumento de que tiene el maletero pequeño no me sirve. Si te lo puedes comprar, es que tienes una tarjeta de crédito color dorado que ocupa poco espacio y que te libera de llevar maletas. Ya se sabe: cartera grande, maleta pequeña.

Cambiando de tercio poco a poco, hablar de coche me lleva a pensar en tubos de escape. ¿Alguna vez habéis visto el tubo de escape de un camión? Pues resulta que así es el pene de David Beckam, según ha dicho su mujer Victoria.

Ya veis, tanto dinero y tan poco invertido en educación. Menos mal que era la pija, porque va soltando barbaridades dignas de cualquier reunión de machotes embrutecidos: "la tengo como el tubo de escape de un camión". Dice la señora que está contenta con su vida sexual, imagino que resultarán muy plancenteros los golpecillos del glande en el diafragma.

martes, 18 de diciembre de 2007

Mal de muchos ...

Pues eso, consuelo de tontos. No, no me dedico a hacer apología del refranero español, al menos no en esta entrada. Esto viene a raíz de una noticia que leía hoy en la prensa digital, y que cuenta como España adelanta a Italia en renta per cápita.

La verdad es que así de entrada me llena de orgullo y satisfacción, pero luego hay que leer un poco la letra pequeña, y es que Italia está en una profunda crisis y sus ciudadanos salen en las encuestras como los más descontentos de Europa. Aún así, sienta bien la noticia.

Luego sale a relucir que estamos por encima de la media europea. ¡Viva! Pero claro, contando a las nuevas adquisiciones de nuestros vecinos del Este. Si contamos a los de siempre, vamos a remolque y con una pájara. Aún así, sigue sentando bien la noticia.

Os propongo pues, queridos lectores, si me permitís tutearos, un dilema: ¿os sentiríais más felices ganaseis 50.000€ al año y 70.000€ atodos vuestros amigos, parientes, conocidos y convecinos o si vosotros ganaseis 40.000€ y el resto 20.000€? Pensadlo, interiorizadlo y reflexionadlo, porque la respuesta no es trivial.

De hecho, para no dirigir la respuesta, escribiré la mía personal como un comentario.

Y ahora un par de curiosidades de esas que dan más alegrías que los grandes titulares, una nueva especie de rata gigante y Hamilton sin carnet de conducir

domingo, 16 de diciembre de 2007

Compras navideñas

Pues parece que sí, parece que se acerca la Navidad. Dulce y blanca Navidad. Durante estos días no voy a poder resistirme a una serie de entradas temáticas sobre ésta época del año y sus consideraciones asociadas, que no son pocas.

Para ir abriendo boca, me dedicaré a esa frenética actividad que precede al acontencimiento en sí: las compras de Navidad. No sé que tendrán estos días, pero tienen un efeto cuasihipnótico sobre la gente que hace que parezca que las cosas no cuestan. Ni que las regalaran. Ni que mañana fueses a prohibir comprar.

Compramos todo lo que se nos ponga por delante, con especial predilección por aquello que no necesitamos en absoluto. Es que es Navidad. Una de las cosas que más gracia me hace es el tema de los turrones. ¿Nos gustan o no nos gustan? Porque si no nos gustan, mejor no los compramos. Y si nos gustan, ¿por qué no los venden todo el año? Es algo así como si de buenas a primeras sólo comiésemos raviolis las dos primeras semanas de Marzo.

Yo personalmente, como siempre sobra, lo como todo el año. De hecho la semana pasada acabé mi última tableta de turrón blando del año pasado, que curiosamente caducaba una semana antes de Navidad ... el viejo truco. Pero no es sólo el turrón ... ¿Alguien sabe lo que cuestan las angulas en Junio? Probablemente no, porque parece que sólo saben bien en Navidad. La foto es porque será la única angula que veremos muchos de nosotros.

Otra cosa: me parece perfecto proteger a los niños de contenidos adultos en televisión pero ... ¿para cuándo una ley que proteja a adultos inocentes como yo de la avalancha de anuncios de juguetes?

Pero bueno, no me voy a poner del todo gruñón, hay una parte de estas compras que me gustan, y es que me da la oportunidad de visitar alguna de estas tiendas talismán, de esos rinconcillos ocultos de pequeñas sorpresas con encanto, que hacen las delicias de mayores y pequeños.

Seguro que todos conocemos alguna: son pequeñitas, con estantes llenos de cosas que saltan a la vista aunque no sepas lo que son. Con una sonrisa en cada tacita, o cojincillo grabado con tu nombre. O tal vez con un llavero que te avisa si lo pierdes. O un juego de baloncesto de sobremesa. A mí hay dos en concreto que me gustan. Una está en Madrid, en Goya, se llama Los caprichos de Goya. La otra está en Vigo, en María Berdiales, y nunca me acuerdo de su nombre (ya me he acordado: Exkandalo).

En fin, modérenseme en las compras, que luego vienen los lamentos. De todas formas, algo se nota, que he visto menos gente que otros años. No sé si será el Euríbor o es que la gente se ha aburrido de vivir por encima de sus posibilidades, pero parece que estas Navidades va a haber menos regalos. Será que no hemos sido buenos ...

martes, 11 de diciembre de 2007

Adiós, canon, adiós

Tenía pensado escribir una entrada sobre la Navidad, pero se me ha hecho un poco tarde y no tengo ya la lucidez mental que requiere un texto de esas características. De hecho, me iba a retirar al bar de la esquina cuando un vistazo rápido al periódico me reveló una inusual noticia: El Senado frena el canon de la SGAE.

Albricias. Zapatetas y cabriolas. Un poco de sentido común en los ámbitos legislativos. Claro que con la autoridad del Senado quien sabe si esto va a ser una realidad, pero de entrada no está mal. Los de la plataforma Todos contra el canon deben de estar dando botes de alegría. No es que sea yo un activista de la materia, pero un botecito sí que doy.

Y es que esto de que me compre un CD para grabar las fotos de mis vacaciones en la playa y tenga que contribuir a los derechos de autor tiene tela. Yo, que aún escucho los discos de Aqua comprados legalmente.

Por no hablar del disco duro para mis programas o la impresora para mis cartas de amor. Si es que no se respeta nada.

En fin, que el tiempo dirá a donde llegamos. Os dejo un par de noticias frescas que me han hecho gracia. ¿Os imaginais a Schumacher de taxista? ¿Sabeis que los gallegos somos, incluso los no habituales, campeones del mundo de rol?

Ahí queda eso. Se me cuiden.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Hombres lobo

Que extraña sensación de domingo. Después de una noche de juerga, una comida familiar y una cena con los amigos, parece que va a empezar una nueva semana. Pero no, porque hoy celebramos es día de la Constitución Española.

Así que me he permitido el lujo de ver en la tele Underworld, una historia fantástica de lucha entre vampiros y hombres lobo. No es que sea una obra maestra, pero me parece muy entretenida, con unos efectos especiales bastante curradillos y mucha acción. Aunque la trama no sea de óscar.

Total, que me ha dado por indagar un poco en el tema de la licantropía y me he encontrado un par de cosillas interesantes. Para empezar, un impresionante documento sobre las diez anomalías más raras en medicina, entre las que se encuentra ésta. Tampoco deja nada indiferente esta clasificación de niveles de licantropía narrado en primera persona, es decir, por un auténtico hombre lobo.

Una búsqueda rápida en Google nos deja un montón de resultados sorprendentes, sobre todo por la autoridad con la que se habla de la materia. Frases como "las teorías actuales sostienen que algo de plata atravesado el corazón del licántropo producen su muerte" me dejan atónito, cualquiera diría que los hombres lobo son algo cotidiano, perfectamente estudiado y documentado.

Pero desde luego, por lo cerca que me toca, la mejor de todas estas historias es la de Romasanta, el hombre lobo de Allariz. Perfectamente estudiado y documentado, este personaje de mediados del siglo XIX fue detenido y juzgado por varios asesinatos, considerándose un hombre lobo. Incluso se ha filmado recientemente una película sobre el asunto: Romasanta, la caza de la bestia.

En fin, pelillos a la mar; y cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Y no olviden supervitaminarse y mineralizarse.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Una noticia triste

La verdad es que me pilló tarde y por sorpresa. Después de una juerga de niveles exagerados el viernes, el sábado me levanté con la desagradable sorpresa de que ETA ha vuelto a matar. Alguno dirá que se ha roto la tregua, pero que nadie olvide lo de la T4 en Barajas.

En la entrada anterior hablaba de lo efímero de la vida humana, de como cambia de rumbo en un instante, como la llama de una pequeña vela sacudida por el viento. Pues desgraciadamente, ha vuelto a suceder. Entras a tomar un café, y resulta tu último café. Un choque fortuito, dicen. Poco tienen de fortuitas las ganas de matar.

Jóvenes, muy jóvenes. De poco van a servir todo el apoyo y consuelo que sus familias, como tantas otras, pueden recibir. Toda una vida por delante, segada, arrancada de raíz por una sinrazón. No sé si algún librepensador o profundo conocedor de la mente humana podría explicarlo. A mí se me escapa.

No he dejado de preguntarme por qué iban desarmados, o si habría cambiado algo de haber llevado sus armas. Tampoco si eran demasiado jóvenes para ir a vigilar la guarida del lobo.

Me cuesta buscar la nota positiva a todo esto, quizá lo menos malo sea el mensaje de unidad por parte de nuestras instituciones, esperemos que no sea flor de un día.

Mientras tanto, que descansen en paz.

viernes, 30 de noviembre de 2007

El hombre Árbol

Ésta es una de esas noticias que uno sabe muy bien si creerse o no, pero vas buceando poco a poco y resulta que es verdad. Una búsqueda rápida por la Red arroja cientos de resultados en todos los idiomas. Especialmente impactante me ha resultado este documental gráfico.

Puede que no sea de las cosas más extraordinaria y sorprendentes que se puedan encontrar, y menos con esto de la aldea global, donde no te puedes mover sin que los internautas de medio mundo se enteren, pero me ha sacudido la vena filosófica, en concreto la de la fragilidad de nuestras existencias.

Eres un adolescente cualquiera, te haces un corte en la rodilla y de repente, sin avisar, sin venir a cuento, sin mayor explicación, tienes una enfermedad que te deforma y te convierte en una atracción circense. Brutal. Es un ejemplo que llama la atención, pero cuántas vidas a nuestro alrededor se ven sacudidas de repente, sin posibilidad de reacción, sin marcha atrás, sin nada que hacer. Vamos a sacar una conclusión positiva del asunto: hay que aprovechar la vida, aunque sea por si acaso.

Dicho esto, una de noticias falsas, o de falsas noticias. Hace poco, me conmocionaba la primicia de un hombre muerto por la explosión de la batería de su teléfono móvil. En un principio me parecía poco creíble, pero por si acaso buceé un poco en el tema y encontré una lista de baterías peligrosas. Pues bien, hoy se ha desmentido todo. Pero no sé, no me he quedado nada tranquilo.

Para terminar dejaré una historia curiosa, al más puro estilo Iker Jiménez, para aquellos que tengan tiempo de ocio que invertir en la historia del hombre pez

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Un poco de cordura en el asfalto

No puedo ocultar la alegría que me produce la notica que leía hoy en la siempre actualizada La Voz de Galicia: una propuesta en el congreso para aumentar los límites de velocidad en carretera.

Por fin una buena idea. Y no ha sido ningún partido político minoritario con ganas de protagonismo, no, ha sido un comité de expertos. De expertos, señoras y señores, gente que sabe mucho de un tema, incluso más que los asiduos a la barra de un bar, que ya es decir.

Por autovía y a 140 km/h. Suena utópico, y de hecho es probable que lo sea, pero que bonito sería. Adecuar la velocidad al siglo XXI en el que a veces parece que no estamos, a las carreteras y coches de los que podemos disfrutar.

No me digan que la velocidad es la causa de la mayoría de los accidentes, porque no es así. La causa es la imprudencia, la falta de descanso, la falta de pericia o la falta de práctica. Claro que en una carretera atestada de tráfico no se puede ir a 140 km/h. ¡Pero tampoco se puede ir a 120 km/h y sin guardar la distancia de seguridad! Eso no es cuestión del límite de velocidad, sino de la responsabilidad del conductor, y es ahí donde fallamos.

Si ponen el límite a 140, creo que poca gente lo rebasará, y ése será el momento de aplicar el código penal, el código civil o el código Morse si es preciso, porque hemos identificado a un peligro público. Pero con 120, límite de risa, te aburres, te desesperas, te hartas, y acabas sobrepasándolo. Lógico y normal.

En fin, que probablemente esta propuesta no pase de anécdota, pero de momento ahí queda. Mientras tanto, volvamos al problema de origen: la educación vial. Enseñemos a nuestros noveles a conducir, y no a aprobar el examen del carnet, y otro gallo cantará. Enseñemos que el límite de velocidad no está sólo en las señales, también está en el tráfico y las condiciones meteorológicas.

Mientras no lo hagamos, nos seguirá luciendo el pelo

martes, 27 de noviembre de 2007

Vuelve el Obradoiro

Ver para creer. Diecesite años han pasado. Para mí era un tema ya olvidado, pero hoy la prensa se hace eco. Por supuesto, y a la cabeza de la noticia, La Voz de Galicia, pero también el diario Marca. Sí, señores, sí, el Tribunal Supremo obliga a la ACB a readmitir al Obradoiro de Santiago.

Que tiempos. Casi se me saltan las lágrimas. Tiempos de Schlegel, de Anicet Lavodrama. Tiempos del Oar y Clesa Ferror, del Leche Río Breogán. Tiempos del baloncesto gallego, de su época dorada. O al menos eso me lo parecía, desde aquella óptica infantil.

Por aquel entonces, vino el Madrid de Corbalán, Iturriaga y Fernando Martín a apalizar por cincuenta puntos al otro equipo gallego, el Caixa Ourense, que a la postre cosecharía grandes logros ... claro que esto será otra historia.

Hoy rindamos homenaje a este veterano del baloncesto. No sé si llegarán a jugar, porque los problemas económicos no van a ser triviales, pero está claro que Galicia se merece un equipo de baloncesto en la élite. Y nada mejor que éste ave Fénix, resurgiendo de sus cenizas.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Cosas del teléfono

No fue hace mucho cuando me pasó esto. Creo recordar que era un sábado por la noche. Estaba sacando dinero y de repente el cajero automático me tragó la tarjeta. Estupendo. Después de la lista de improperios y juramentos, vuelvo al mundo real y me doy cuenta de que el cajero ni se ha inmutado. Lo primero que hago es intentar anular la tarjeta y para ello marco en mi móvil el número que amablemente se indica en una pegatina adosada al cajero en cuestión.

902 patatín patatán: 10 lerus para cancelar la tarjetita.

Es abusivo, que se aprovechen de tu situación desesperada para sacarte cuatro duros. Y otros hay que hacen lo mismo: Ibera con sus reclamaciones, Mapfre con sus partes. Son de estas indignaciones que se te pasan rápido, pero hace poco las rememoraba con Petrosky y me descubrió un mundo que no conocía: el de los activistas anti900. Y no están solos, son multitud.

Desde luego, y con mi afición a las redes sociales, la parte más interesante de todo esto es la wiki de números alternativos, donde los usuarios van introduciendo los número que conocen. Y vaya si ha crecido. Vamos, que el que llama a un 902 es porque quiere.

También resulta interesante la información sobre el número de información, valga la redundancia, de Telefónica.

Por otra parte, y a modo de curiosisad, sabeis que por ley teneis derecho a la portabilidad de vuestro número de móvil ante un cambio de operadora. Pues bien, esto ha echado al traste todas las teorías que había antes del tipo: "los 696 son de Telefónica". No es que vayas a dejar de llamar a alguien por ser de otro operador, pero visto como cambian las tarifas, igual te sale más rentable quedar para tomar un café. Pues bien, ahora podemos saber de que operadora es cada número.

martes, 20 de noviembre de 2007

Un comunicado de 1959

Que curiosas cosas se encuentra uno por la Red. Bien es cierto que no estoy especialmente versado en historia contemporánea, ni hay que creerse todo lo que circula por Internet, pero esto me ha llamado la atención.

Todo empezó porque leí en el periódico que hoy es el aniversario de la muerte de Franco y viene un especial sobre el Valle de los Caídos. No voy a entrar a comentar las noticias, porque entre que algún obispo pide perdón, la ley de memoria histórica y las agresiones fascistas y antifascistas hay tanta polémica que incluso a mí me desborda.

Pero vaya, al tema, que he descubierto que el cadáver de José Antonio Primo de Rivera se trajo primero al Escorial y mucho más tarde (cuando lo acabaron), al Valle de los Caídos. Y de este momento data el comunicado de la Falange que me ha llamado la atención.

Habría que ponerse en contexto y situación, pero así leído no dista mucho de la despolitización del monumento que han suscrito hace poco todos los grupos políticos. Demasiado adelantado para su tiempo. Porque me da a mí que te pillaban con esto y no sé si sentaría demasiado bien.

En fin, esto es agua pasada, y quien sabe como fue la cuestión. A lo mejor alguno de los historiadores que pululan por aquí nos puede dar más luz sobre el asunto.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Las cosas de la memoria

Que cosas tiene esto de la memoria, ¿verdad? A veces te vienen cosas a la cabeza que no sabes de donde han salido, no como se han aglutinado dentro de tu materia gris, pero ahí están.

El otro día me pasó. No me preguntéis en qué estaba pensando, porque no me acuerdo, ni de que estaba haciendo, ni de donde estaba. Sólo sé que de repente me iluminé, se encenció la típica bombillita de los dibujos animados encima de mi cabeza. Y me di cuenta. "Canción triste de Hill Street", en inglés "Hill Street Blues". ¡Habían traducido "blues" como "canción triste"!.

Argh, pobre capitán Furillo. Los que tengais cierta edad os acordaréis de todos aquellos entrañables personajes, yo especialmente del detective de los guantes recortados que siempre hacía de mendigo. Yo de pequeño, que sólo sabía que "blue" es "azul", pensaba que los "blues" era una forma de llamarle a los policías, como a los "bobies".

Pues no. Y fíjate que curioso es esto del razonamiento que a medida que escribo más me recuerda la serie a la de El Comisario. Si es que las neuronas deberían tener una posición de stand-by para evitar todo este tipo de pensamientos laterales que nos distrae del argumento central.

En fin, con mi recuerdo a esta entrañable serie y una curiosa entrada sobre traducciones de nombres de películas, me despido por hoy.

Tengan cuidado ahí afuera

viernes, 16 de noviembre de 2007

Ya no soy un conductor agresivo

Otro vendrá que bueno me hará. Torres más altas han caído. A todo porco lle chega o seu San Martiño. Yo como estas, cientos de frases más que recogen nuestra infinita sabiduría popular. Y por popular, que recoge la experiencia de tantas generaciones, es cierta. La realidad me ha hecho darme cuenta no sólo de que no soy un conductor agresivo, sino de que soy extremadamente tranquilo y respetuoso.

La historia comenzó una fría mañana de lunes, cuando cansado y ojeroso me caí de la cama para encaminarme hacia la oficina. Iba muy dormido a pesar del vientecillo fresco que me abofeteaba constantemente, así que casi no me percaté del atasco de tráfico habitual de lunes.

Pues mientras esperaba yo en el paso de cebra a que el semáforo de peatones se abriese, la intersección contigua se llenó de coches en perpendicular que no dejaban pasar, con lo cual los que tenían el semáforo abierto, tenían que parar. En ese momento, un atronador pitido comenzó a taladrar los oídos de los sufridos peatones que estábamos esperando. De entrada no me sorprendió demasiado, era uno de tantos, lo que me hizo girar la cabeza fue la vehemencia, la insistencia, el tono agresivo de aquel pitido.

La imagen que se abrió ante mis ojos era dantesca: un hombre de unos treinta y algo, calvo, de traje y corbata oprimía sádicamente el claxon de su todoterreno gris. Fue una pena no haber grabado en vídeo esa expresión furibunda, esa rabia animal, esos golpes compulsivos sobre el claxon. Si en vez de un coche hubiese tenido una pistola, creo que habría disparado sin dudar.

Uno de los peatones hizo un ostensible gesto de llevarse las manos a los oídos para indicar al conductor que lo único que conseguía era molestar. Fue ignorado. El hombre se detuvo justo encima del paso de peatones, casi sin dejar sitio para pasar, cuando éste se pudo en verde. Yo crucé por la parte delantera, y al pasar me quedé mirándole a los ojos con desprecio, buscando su reacción.

En ese momento, bajó la ventanilla, y comenzó a gritar como un energúmeno, como alguien desesperado a quien le están arrancando la vida. Era un grito desgarrador, capaz de helar la sangre.

"¡Mueve el coche!, ¡mueve el puto coche!" - gritaba.

Sin mirar, parecería el lamento de alguien a quien un coche le ha estacionado encima de la pierna. Sólo recuerdo algo parecido en películas en que arrebataban a un hijo de las manos de su padre.

Lo que yo vi fue un hombre derrotado por la gran ciudad, que había perdido la batalla contra el monstruo del estrés, que liberaba las frustraciones de su triste vida al volante. Aquel sí que era un conductor agresivo. Yo a su lado, un corderito. Sé que si hubiese podido habría arrollado con su coche a quien se pusiese delante.

Que tristeza que perdamos los estribos, nuestra propia naturaleza humana por un atasco, por el ritmo de la gran ciudad, por nuestras prisas, por la deshumanización constante de todas nuestras actividades diarias. Esto no es una ciudad, es una jungla

lunes, 12 de noviembre de 2007

Redes sociales

Parte de mi trabajo consiste en investigar, evaluar y destripar todo lo que sean nuevas tecnologías y tengan algún tipo de aplicación práctica, que contrariamente a lo que se pueda pensar, tampoco son tantas. No porque las innovaciones sean malas sino porque las aplicacion es al final son difíciles de adaptar.

Una de las cosas de las que se habla mucho últimamente es lo que se ha dado por acuñar como Web 2.0. Seguro que a muchos ya os sonará, de hecho uno de los ejemplos más nombrados es precisamente el de los blogs.

¿Qué queréis que os diga? No acabo de ver tanta diferencia entre un blog y cualquiera de los foros que teníamos hace unos añitos. Y no he vuelto a ver una comunidad virtual del tamaño del antiguo Planetarion (*snif*) si exceptuamos el famoso Second Life. Por no decir que Youtube no deja de ser una videoteca y Flickr un álbum de fotos.

Lo que sí me llama la atención es el concepto de redes sociales, comunidades de usuarios que se comportan como seres vivos, mutando y evolucionando según el comportamiento de cada individuo; naciendo, creciendo, desapareciendo, cambiando ...

Y puestos a ello, os propongo un experimento, un divertimento, un pasatiempo. Hagamos una historia. La idea es poner un párrafo cada uno, o una línea, o una palabra, o pasar de mí ampliamente.

La cosa empieza así: "Ya se notaba que el invierno estaba cerca, empezaba a refrescar y se hacía de noche muy pronto. Me olvidé de todo eso en cuanto por fin encontré un sitio para aparcar. Dejé el coche, me bajé y ..."

viernes, 9 de noviembre de 2007

Estudios psicológicos

Que curioso es esto de la psicología. Así de entrada me parece algo totalmente abocado al fracaso. Se supone que estudia la mente humana, como responde ante determinadas situaciones, qué le afecta, en definitiva, intenta explicar su comportamiento.

Será que yo soy muy de ciencias, pero para simular un sistema complejo tienes que usar un sistema mucho más complejo. Por ejemplo, los simuladores de Nintendo o Mega Drive para PC, que quién más quién menos ha visto requieren más procesador y memoria que las consolas originales. O los simuladores aerodinámicos de los aviones o de los coches de Fórmula 1 son mucho más complejos de lo que son luego los coches y aviones en sí.

Pues lo mismo con la psicología. Para enteder la mente humana hace falta un sistema mucho más complejo que la mente humana. Es como si quieres verte desde arriba: es imposible, porque en cuanto subas para verte ya estarás más arriba. Mi conclusión: no se puede explicar la mente humana usando sólo la mente humana.

Podemos explicar por qué los perros de Paulov salivaban al oír la campana, pero si le preguntas al perro, no va a tener ni idea.

Los británicos son también muy curiosos: conducen por la izquierda, miden en millas, usan libras y hablan inglés. Y tampoco están tan lejos, que el canal de la Mancha se cruza a nado si te pones.

Sumando las dos cosas, tenemos un estudio psicológico británico que no puede dejar indiferente a nadie. El tema es la seducción. Por favor, especialmente los chicos, echadle un vistazo antes de responder a la pregunta que os voy a formular un par de líneas más abajo.




Leedlo primero, que si no voy a dirigir la respuesta, o por lo menos hojeadlo.





Ahora sacadme de dudas. El estudio habla de la sonrisa y la mirada pero ... ¿os habéis fijado en la sonrisa y la mirada de Scarlett Johansson antes de mirarle a las tetas. Llamadme salido, pero hasta que he leído el pie de página no me he fijado en que estaba sonriendo. Y sí, me ha seducido instantáneamente, y lo haría aunque me pusiese cara de ogro.

Pero claro, cualquiera contradice un estudio psicológico británico ...

domingo, 4 de noviembre de 2007

Soy un conductor agresivo (II)

Me da igual que tengas un Mercedes, un BMW, un Porsche o un Barreiros. Me da igual que lleves faros de Xenon. No, no me voy a apartar. Estoy adelantando, y voy por el carril izquierdo, y a ti te toca aguantarte. Puede dar todas las luces largas que quieras, lo único que vas a conseguir es que yo te enseñe mi luz de freno.

Te crees muy machito ahí en tu volante, pero veremos que pasa cuando te clave el coche y veas de cerca los números de mi matrícula. Ya puedo ver tu sudor frío por el retrovisor. Me da igual que luego aceleres y me adelantes, porque yo habré vencido, y correrás con el rabo entre las piernas perseguido por la sombra de mi sonrisa triunfal.

Me da igual a la velocidad que vengas, me da igual que vengas por el carril izquierdo por decreto ley. Si tengo que empezar a adelantar, adelantaré. No, no voy a frenar porque vengas tú a dos quilómetros con ganas de tener la carretera para ti solo. Vete frenando, es un consejo. ¿Crees que no tengo valor? ¿Has probado la sensación de oscilación de las ruedas traseras en una frenada de larga distancia? ¿Sabes lo que es la impotencia de no poder controlar la inercia? Yo sí, tengo ventaja y la usaré.

Hoy estaré ahí fuera así que ten cuidado.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Hoy es Samain


Sí, mi queridos lectores, hoy es el día, el festival del Samain, una de las ancestrales tradiciones celtas.

He de reconocer que me fastidia bastante esto de celebrar el Jalogüín. Con las tradiciones que tenemos, ¿para qué importar americanadas sin pies ni cabezas? Que falta de visión tuvieron los españoles de la época al no mandar un galeoncillo a hundir en Mainflower. Nadie se habría enterado.

En fin, que hoy es el día en que se abren las puertas del Otro Mundo, en que los habitantes de uno y otro pueden campar a sus anchas por ambos. Día en que se forjaron leyendas de grandes héroes como Neda, que desde la corte de Ailill y Mebd salió al Otro Mundo, intercambiando su vida con su rey.

También es el día de Todos los Santos, día de flores y cementerios, una fiesta religiosa que, como tantas otras, se hizo coincidir con la fiesta pagana para, de alguna manera, solaparla.

Pero la historia se abre camino, se interconecta, y se mezcla. Es innegable que el día está arraigado en la cultura gallega, tan dada al oscurantismo con la muerte. Y todo se junta en un mismo día, recordándonos nuestro destino seguro, nuestro viaje final.

lunes, 29 de octubre de 2007

Limites de velocidad

No hace mucho escuchaba la noticia de que la DGT se planteba reducir los límites de velocidad en carretera. Se me pusieron los pelos como escarpias. Otra vez la misma historia. Igual que con el tema del botellón recientemente comentado en esta bitácora, se equivocan. Volvemos a las medidas restrictivas, al castigo.

No, no es la solución. Es más, yo creo que deberían aumentarse. Por suerte o por desgracia estoy acostumbrado a la carretera. Conduzco todo el año, de día y de noche, con sol, lluvia y nieve, y veo muchos coches, muchas formas de conducir, siempre las mismas pautas, una y otra vez.

El límite de velocidad en autovía de 120 km/h es poco menos que un chiste. Nadie lo respeta. Ni con radares, ni con guardia civil. Ni con misiles tierra-tierra. Y es porque hoy por hoy, con las autovías y los coches que tenemos, es de risa. ¿Cómo puede ponerse el mismo límite a un Seat 127 de ruedas de carretillo que aun BMW de la serie 7 con llantas de 17 y tantas ayudas electrónicas a la frenada como el McLaren de Fernando Alonso? ¿Cómo puede ponerse el mismo límite al dominguero de 1 y 31 de Agosto que al transportista que conoce cada curva de la carretera? No tiene ni pies ni cabeza.

Han puesto radares, y estoy convencido de que algún día nos traerán una desgracia, porque la gente pega frenazos al llegar a su altura. Más vale que vayas atento. Dicen que han bajado la velocidad media. Yo no lo veo. No soy de los que van despacio, y aún así me siguien "quitando las pegatinas" en cada adelantamiento.

Cuando vamos a la autoescuela, no nos enseñan a conducir: nos enseñan a sacar el carnet de conducir. ¿Cuántos de nuestros conductores saben hacer una frenada de larga distancia? ¿Cuántos saben cómo funciona un ABS? ¿A cuántos les suena lo que es un sobreviraje o un subviraje y como corregirlos? Muy pocos, apuesto. Volvemos, pues, a topar con el tema de la educación. Damas y caballeros, en lugar de tanto radar y tanto límite, enseñemos a conducir.

Enfrentarse a situaciones que se nos pueden dar en la carretera: esquivar un obstáculo, un charco de agua. Cómo y cuándo poner las luces largas y antiniebla. Cómo señalizar un accidente. Conducir con condiciones climatológicas adversas.

Estoy un poco harto de salir a carretera un día de puente o de vacaciones y de ver a gente que no tiene ni idea de conducir poniendo en auténtico peligro a los demás. ¿Cobran por usar los intermitentes? ¿No saben lo que es ceder el paso?

En fin, que en lugar de tanta represión, profundicen un poco, que no todo lo que hay en la carretera está cortado por el mismo patrón. Que enseñen a conducir. Y que pongan el límite a 140, que las carreteras dan para eso y para mucho más si se tienen un par de nociones básicas. Sonará muy chulesco, pero conducir es una actividad que requiere condiciones físicas y conocimientos: no puede hacerlo cualqueira. Y mientras no nos concienciemos, ya podemos poner radares cada 100 metros, que el problema no se moverá del sitio.

sábado, 27 de octubre de 2007

A vueltas con el botellón

Me ha sorprendido una noticia que he leído hoy en La Voz: el alcalde de La Coruña insta a los establecimientos a no vender alcohol a partir de las 10 de la noche.

Outra vaca no millo. Si es que no aprendemos. ¿Tan difícil es darse cuenta de que las tácticas represoras no van a ningún lado? Si es que sólo es cuestión de ir a comprarlo a menos cuarto y ya está, problema solucionado.

Como siempre, nos damos de bruces con los dos grander pilares gérmenes de casi todo tipo de problemas: educación e intereses económicos.

El gran problema está en la educación. Yo siempre he ido de botellón, y en varias ciudades, lugares y villas. Y ahora no soy ningún alcohólico, tengo un trabajo estable y pago mis impuestos. No me vengan entonces con el tema del alcoholismo. Todo eso, la falta de respeto a los vecinos, el consumo de drogas viene de la falta de educación de estos jóvenes, de su falta de valores, y de que en su casa miran para otro lado cuando salen. Arreglado esto, arreglado el problema, porque no hay tant diferencia entre tomar una copa en un parque y tomarla en un bar.

Y luego, por supuesto, los intereses económicos. ¿Por qué no se toman las mismas molestias en analizar la calidad del alcohol que se sirve en los bares y discotecas? Ah no, eso no, que va a molestas a los empresarios ... Porque que no me digan que no sabe todo el mundo donde se puede beber y donde no. Los que salimos lo sabemos, y cualquiera que se tome una copa en determinados locales con un poco de paladar lo descubrirá fácilmente.

Y si el problema es, como dicen por ahí, el ruido y la suciedad, que habiliten zonas para hacerlo, donde no se moleste a nadie, como están haciendo en Andalucía. Y que persigan a los pubs insonorizados con el mismo ahínco.

En fin, nada, sigamos culpando de todos los problemas a "esta juventud".

viernes, 26 de octubre de 2007

Soy un conductor agresivo

Sí, lo soy. ¿Algún problema? Me da igual lo que pienses, porque si algún día pasa algo no va a ser culpa mía, va a ser culpa tuya.

Si hay una carretera de tres carriles, tienes que circular por la derecha a no ser que vayas adelantando. No vale ir por el medio para ir "más cómodo". No, porque me pegaré a ti, tanto que podrás sentir mi aliento. Antes de que te des cuenta podrás ver mi sonrisa burlona en tu retrovisor. Porque soy más rápido, más fuerte, más audaz. Y te pondré las luces largas, y te pitaré. Y si no te apartas será peor, porque sufrirás mis iras. Te adelantaré por la derecha, cerrándote al ponerme delante de ti, haciéndote sudar.

Me da igual que gesticules. Aunque me insultes no te oigo. Y me reiré mientras te veo alejarte detrás de mí, enseñándote la matrícula.

Si sólo hay un carril, y no vas a adelantar al camión que va delante porque te falta valor, déjame espacio. Voy a pasar igual. Tú eliges, dejar tranquilamente un poco de sitio o dar un frenazo brusco cuando veas mi luna trasera rozando tus limpiaparabrisas. Yo sí que voy a adelantar, deja vía libre.

¿Pensais que soy agresivo? Bien, acertais. Pero si cumplís el código de circulación no tendréis problemas. No soy nadie para haceros ir rápido, pero vosotros tampoco para hacerme ir lento. Avisados estais.

jueves, 25 de octubre de 2007

Mimando la bitácora

Vamos a difundir un par de perlas tecnológicas con las que me he encontrado últimamente.

Una de ellas tiene que ver con la entrada que había publicado hace un tiempo sobre los trolls, en el sentido informático de la palabra. Pues bien, parece ser que insultar en una bitácora ya no es del todo gratis. Que pena, se está perdiendo la emoción, pero insultar en un blog ya no es gratis.

Otra tiene que ver con atraer gente a nuestro blog. Casi todos somos un poco egocentristas y tenemos un contador de visitas que nos gusta ver aumentar. Yo en mi caso tengo incluso dos, que me proporcionan además todas las estadísticas imaginables y datos sobre las visitas. Lo reconozco, soy un poco friki, pero la verdad es que está interesante, es gratuito y se puede descargar tranquilamente desde aquí. Pues bien, he encontrado la traducción de una guía que da una serie de pasos sencillos para hacer popular nuestro blog. Veo algunos un poco exagerados, pero queda a discreción del lector. La guía la podeis leer en las noticias de google en español. Es una de muchas, pero está clarita y concisa.

Actualización de última hora: Se acabó la libertad en las bitácoras

Y para rematar la faena, algo que no tiene nada que ver con la tecnología, pero de prosperar y crear jurisprudencia, mejoraría sobremanera la vida del género masculino. La fuente, como no podría ser de otra manera, La Voz de Galicia. Temblad, chicas.

lunes, 22 de octubre de 2007

Galicia calidade

Bueno, después de un cierto tiempo de inactividad, creo que es hora de volver a escribir algo. Desde luego no será por falta de temas. Cada día que pasa se me ocurren mil cosas que escribir, discutir o dar a conocer: memoria histórica, precampaña electoral, Fórmula 1 ... Pero últimamente la vida me absorbe casi todo el día, y no he tenido tiempo.

Una de las cosas que he hecho es reflexionar sobre la vida en sí, sobre las cosas que hacen que la balanza se equilibre hacia el lado de la felicidad o el de la desdicha. Me ha parecido que son muy sutiles, casi imperceptibles. Una de ellas es el carácter la gente que te rodea. Que sean parecidos a ti, con tus gustos y aficiones, con tu manera de ver la vida es algo que te puede llevar a sentir comprendido, o al menos camuflado con el ambiente.

Uno de los momentos en los que me he sentido reflejado ha llegado por casualidad al ver la campaña Vivamos como galegos de la cadena de supermercados Gadis, que tanto debate ha suscitado.

Y es que los gallegos que estamos fuera ondeamos bien alto la bandera de nuestra tierra. Alguna lectora de esta humilde bitácora podrá confirmarlo en breve. Los tópicos de contestar con una pregunta o no saber si subimos a bajamos va mas allá de simples muletillas o de formas de hablar, reflejan nuestra cultura precavida y desconfiada, nuestra cautela.

Los gallegos tardan en ganarse pero son para toda la vida. ¿Otro topicazo? Tal vez, pero fuera de Galicia se reconoce ampliamente, y en general las amistades del Norte están muy bien valoradas.

Además, por donde pasamos dejamos huella, tal y como recoge nuestra infalible Voz de Galicia: Nuevos gallegos No sé si es para estar muy orgullosos, teniendo en cuenta que son hijos y nietos de emigrantes que salieron de Galicia no precisamente por su espíritu aventurero, sino más bien porque no les quedó otro remedio para ganarse la vida, pero ahí queda eso.

lunes, 8 de octubre de 2007

Starship Troopers (Las brigadas del espacio)

Gracias Paul por este peliculón. Sé que tamaña afirmación podrá suscitar escarnio, mofa y befa entre la sufrida concurrencia, pero así son las cosas. Con esto de la democracia, cada uno puede decir lo que le venga en gana, y parece que ahora incluso injuriar al rey o quemar banderas, así que no creo que nadie pueda objetar nada a mi pasión por esta película.

Sé que puede resultar el típico tópico de guerras y alienígenas, pero a mí me gusta ver detrás de ella algo más profundo. El argumento, simple donde los haya, gira alrededor de tres amigos de instituto en la Tierra del futuro. Un buen día, una seríe de insectos alienígenas del tamaño de un toro deciden desviar un meteorito que destruye Buenos Aires (esto me recuerda que tengo que escribir algo sobre esta ciudad). A partir de ahí nuestros amigos se alistan, uno en infantería, otro en inteligencia y la tercera en discordia en la flota. Después de muchas peripecias ganan la guerra, claro está.

Hasta aquí todo normal, sin pena ni gloria. ¿Qué trasfondo tiene esto? Pues bien, hay ciertos detalles que, en mi opinión, la convierten en una ácida crítica social.

Uno de ellos es el servicio de ciudadanía. En la película, los jóvenes tienen que hacer el servicio militar para convertirse en "ciudadanos". Yo veo detrás de esto, que no es troncal al desarrollo de la película, un claro alegato antimilitarista que pasa desapercibido a los ojos del consumidor de entretenimiento bélico puro y duro pero hace pensar a las mentes profundas.

Otro detalle curioso es que la ciudad arrasada, por una vez, no es Nueva York ni Washington, es Buenos Aires. Estamos acostumbrados a películas americanas llenas de Rangers, SEALS, Delta Forces y demás que presentan a los EEUU como adalides de la libertad y salvadores del mundo (Independence Day, Armageddon, Deep Impact). Sin embargo, esta película hace un guiño a la globalización, al mundo bajo un único mandato, a la unidad de los países. Un concepto tan atractivo como inquietante. Por lo menos, para pensar.

Hay otros muchos detalles que me llegarían para escribir un pequeño ensayo, pero voy a abreviar y me voy a centrar en el que yo creo es más claro e importante, y que tiene que ver con las relaciones humanas. Durante la película se narran los encuentros y desencuentros entre los tres amigos, enfrentados por sus destinos (que por cierto, la asignación tiene un guiño a Un mundo feliz). Pasan de una vida feliz y despreocupada en la que todos son uña y carne a otro lleno de desafíos y dificultades que hace que se separen.

Esto es, señoras y señores, damas y caballeros, la vida en estado puro. La película nos recuerda que en las dificultades se ve realmente la forma de ser de las personas, se distinguen amigos de conocidos, se separa el polvo de la paja. Paul Verhoeven lo trata de forma magistral, aunque para mí el final feliz es demasiado idílico. Durante la trama se ven personas que van y viene, que aparecen y desaparecen, pero la vida sigue. Se ve la voluntad de seguir adelante pese a las trabas del destino.

Claro que todo esto sólo es una forma de ver las cosas: la otra nos lleva a una película anodina y superficial cuyo mayor mérito son los efectos especiales. Allá ustedes.

martes, 2 de octubre de 2007

La espada de Demóstenes

Voy a comenzar esta entrada en la bitácora pidiendo disculpas públicas a Judit Mascó. No, que no cunda el pánico: ni la conozco personalmente ni le he hecho nada malo. Simplemente me he reído de ella, sin saber que me reía de mi propia ignorancia.

Todo comenzó en una noche de lunes como otra cualquiera: pongamos por ejemplo que fue ayer, pongamos que no hablo de Madrid. Tras una ardua jornada de portátiles y corbatas, maletas y oficinas, me dio la una de la mañana cuando tuve el primer descanso del día. Como no podía ser de otra manera, me entregué a una actividad que mantuviese bajo mínimos tanto mis constantes físicas como mi actividad cerebral: ver la televisión.

Tras un par pasadas de mando a distancia por el elenco de cadenas estatales, autonómicas y locales, me detuve en Cuatro para ver el programa Supermodelo. Sí, Supermodelo, sí. Soy un hombre y estaba en horas bajas. Tengo mis derechos.

Pues bien, no entendía muy bien por qué lloraban las chicas ni qué hacía toda aquella gente allí, pero en un momento dado en el que estaba escuchando, Judit Mascó dijo algo acerca de la espada de Demóstenes. Entre mi empanada mental, lo tarde que era y el montón de topicazos acerca de chicas rubias y guapas, me reí. Me mofé. Me carcajeé. Todo el mundo sabe que la espada es la de Damocles. Juas. Rubia tenía que ser.

Craso error. Cuando mis neuronas volvieron a su sitio empecé a cavilar. Cuando te equivocas, tienes a simplificar las cosas, no a complicarlas. Damocles es mucho más fácil de decir y mucho más conocido que Demóstenes. Hasta algún presentador de telediaro lo conocería. Puedes meter la pata si dices que tienes un coche de gasolina TDI, pero si dices que tienes un coche con turbo inyección electrónica asistida, sistema common-rail y seis cilindros en uve, lo más seguro es que sea verdad: casi nadie se toma tantas molestias para aparentar.

Hete aquí que busca que te buscaré, encontré en efecto la famosa espada de Demóstenes, que el buen señor utilizaba en sus entrenamientos dialécticos.

Estoy acostumbrado a chafardear, alardear, mentir y exagerar en público. Eso no me genera cargo de conciencia. Estoy entrenado para engañar a los demás. Pero lo de engañarme a mí mismo es más complicado. Si hubiese estado en medio de una jauría de machotes nos hubiésemos reído de Demóstenes y las rubias durante semanas. Pero estando yo solo me ha podido el cargo de conciencia.

Lo reconozco, soy débil.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

España va mejor

Hay cosas que le llenan a uno de orgullo patrio, que le hacen sentirse parte de un colectivo, de un sentimiento común, de algo grande. De un país que se va haciendo hueco en el mundo, que empieza a demostrar su valía, su grandeza. Una, grande y libre. Non Plus Ultra.

Y una de esas cosas es esta noticia: Vamos mejorando. A ver si nos ponemos las pilas y llegamos al top 5. Sin embargo, siempre queda alguno disconforme. Si es que el caso es quejarse.

Y hay que añadir la dificultad añadida que tal y como está la vivienda, para encontrar un rinconcillo íntimo hay que sudar. Y con los sueldos no están las cosas para irse mucho de hotel. Y no hablemos de la gente que tiene que ir a buscarse los garbanzos lejos de casa, y que vuelve cada dos meses a cumplir.

En fin, que no nos digan que no tiene mérito, y más si nos comparamos con países como Rusia. Claro, con el frío que hace cualquiera sale de casa. Y ya que estás en casa te aburres y ... a engordar las estadísticas.

¡Aupa España!

martes, 25 de septiembre de 2007

Hoosier, más que ídolos

Hay libros que no te cansas nunca de leer, lugares en los que nunca de cansas de estar y películas que nunca has visto suficientes veces. Y Hoosiers, más que ídolos es para mí una de ellas. Probablemente mi película favorita. Probablemente la mejor película de la historia del cine.

Y es que llamarla película es como decir que El Señor de los Anillos es un libro o el Fear of the Dark es una canción. Lo son, cierto, pero con mayúsculas, con solera, con nombre propio y sitio en la conciencia colectiva de lectores o melómanos.

El avispado lector, asociando la información temporalmente contextual puede pensar que la vorágine del baloncesto ha invadido de nuevo al autor, ya que la trama principal de la película gira en torno a un equipo de baloncesto. Pero no. He visto la película mil veces, mucho antes del Eurobasket y antes del Mundial. He perdido la cuenta de las veces que la he visto, pero su sintonía aún me pone los pelos de punta cuando la escucho.

Tiene historias humanas detrás: Gene Hackman bajó su caché a condición de que incluyesen en el reparto a su amigo Denis Hopper. Sí, ese prometedor actor y productor que arruinó su carrera por culpa del alcohol. Curiosamente, en la película interpreta el papel de un alcohólico que intenta rehabilitarse a través del baloncesto.

Y aplicaciones en la vida: el afán de superación, las relaciones humanas, el trabajo en equipo ... No hace mucho, en un curso de gestión de equipo y liderazgo utilizaron bastantes fragmentos de la película como ejemplos de manejo de situaciones de conflicto y establecimiento de autoridad. El que daba el curso, un auténtico filósofo del siglo XXI, se extrañaba de que yo pudiese repetir los diálogos sin ver la película.

Olvidada, vilipendiada, relegada a película de domingo a mediodía, Hoosiers, más que ídolos es toda una lección de vida. Me quedo con la última escena, alegoría del tiempo, con la foto de aquellos campeones, en blanco y negro, símbolo del pasado glorioso. Sin cambiar el plano, baja la cámara y enfoca a un niño encestado en la misma canasta que fue testigo de aquella gesta.

Una aclaración: un hoosier es un habitante de Indiana, "donde el baloncesto es una religión"

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Alquileres de saldo

No creo que sea tan difícil de ver. Si es la ley de la oferta y la demanda de toda la vida. No es que me molesten demasiado las promesas electorales, al final te acostumbras a que la política sea una sucesión de mentiras más o menos encubiertas por parte de uno y otro bando. Y luego se extrañarán de que los ciudadanos no confíen en sus políticos ...

Pero bueno, esto venía al cuento del nuevo anuncio de ZP sobre la subvención de alquileres para menores de 30 años. ¡Valiente medida! Ya no voy a entrar en la viabilidad económica, en el electoralismo de la medida, en si ya existía o no, etc. Todo eso me da igual.

Esto tampoco va contra ZP, porque es sólo una continuación de las políticas de los sucesivos gobiernos. Esto va porque ¡estoy harto de pagar con mis impuestos los beneficios de las inmobiliarias!. Si tienes una hipoteca, desgravas. Si tienes un alquiler y ciertas características, desgravas o te subvencionan. ¿Pero esto qué es? ¿A dónde van a parar al final esas desgravaciones (que no son más que los impuestos de los que no tenemos donde caernos muertos)? Pues sí, al bolsillo de constructores e inversores. Y no nos olvidemos de los bancos, que aún les quedan veinte años de cobrar plusvalías.

Es muy fácil: cuanto más me subvencione el estado, más pago por mi casa. Cuanto más pago por mi casa, más demanda de pisos hay. Cuanta más demanda, más caros son los pisos. Y cuanto más caros, porque el coste del piso en sí no ha variado durante el proceso, más margen de beneficio para los constructores. Y más hipotecas, con lo cual más beneficios para los bancos.

Vamos, que si yo tuviese un piso para alquilar ya estaría frotándome las manos pensando en subir 200 euros al mes. Y ya dejo 10 para el pobre joven. Que esa es otra, ¿qué pasa con los treintaañeros que pelean en el mercado laborar por conseguir cuatro duros más? ¿Habrá que esperar a cumplir 65 para tener requisitos y pedir alguna subvención?

Y que no me vengan conque es el motor económico del país, porque si tenemos que crecer a base de endeudar las economías familiares, mejor nos quedamos como estamos y vamos prosperando a base de consumo interior y fomento del ahorro.

Digo yo que lo lógico será tomar medidas para que baje el precio de los pisos, y así facilitar el acceso a la vivienda para todo el mundo. Pero eso no interesa, que los empresarios se quejan. Digo yo que habrá que tomar medidas para evitar la especulación de un bien necesario recogido como derecho en la Constitución. Digo yo.

He de reconocer que espero relamiéndome una bajada del precio de la vivienda. Me encantaría ver a los especuladores de tres al cuarto con sudores fríos porque no consiguen sacar a la venta su pisito (cosa que ya está pasando por cierto).

Sí, usted, señora, si se ha comprado un piso "como inversión" es una especuladora más que está amargando la vida a aquellos que no tienen esa suerte. Espero que lo pase mal para venderla, y a ser posible que tenga venderla por cuatro duros a alguien que suda para pagar un alquiler.

Como esto siga así, me declaro en rebeldía.

martes, 18 de septiembre de 2007

Toros

Tronío y valor. Sol y sombra. Copa y puro. Valor y coraje. ¿Cuántas veces hemos escuchado palabras como éstas? La fiesta nacional. Y ese vocabulario propio con el que intentan darse aires de expertos en materias de alta alcurnia: astifino, humillar ...

Una de las cosas que me molestan sobremanera de viajar al extranjero es la percepción que los nativos tienen de nosotros, los españoles. Que me asocien con el sol, siendo de una tierra de verde y bruma, tiene un pase. Que me asocien con las sevillanas, siendo de tierra de gaitas y muiñeiras, no me molesta. Pero cuando me identifican con un torero se me sube el hormigueo de la ira de la cabeza a los pies. Es el momento de explicarles que no es la fiesta nacional, que no todos los españoles somos aficionados al toreo. Es el momento de explicarles que es una tradición bárbara y arcaica condenada a desaparecer.

¿A qué viene este arrebato antitaurino? Pues bien, para empezar que conste que no tengo nada en contra de los toros. Ni de las vacas. Mi aversión es hacia los toreros. Disfrazados de figurines, se enfrentan a un pobre animal solo y desorientado, torturándolo hasta la muerte. Sí, he dicho torturándolo, que es la acción de causar dolor gratuito.

Alguno vendrá con el tema de la lucha justa. Bien, si es justa, me ofrezco a apostar lo que quiera, en la corrida que quiera, con el hombre y bestia que quiera, a que el que muere es el toro. Si fuese justa, apostaría. Pero cualquiera sabe que no lo es.

Esto venía a que, cambiando de canal, tropecé con una corrida televisada. No sé decir donde era ni quien toreaba. Solo sé que en el momento de matar al animal, ya derrotado, sangrando y agotado, el espada falló el primer intento. El toro casi ni se inmutó. Al segundo intento hundió el estoque casi por completo. El animal, tras un rato, se desplomó.

Y aquí viene mi indignación: durante el descabello, las cámaras de televisión dejan de enfocar al toro para enfocar al torero. Según la narración del comentarista, el primer descabello puso en pie de nuevo al astado. La cámara seguía enfocando hacia otra parte, avergonzada por la dantesca escena que allí se vivía. ¿No es la fiesta nacional? ¿No es todo parte de una lucha justa? ¿No se dice que el toro no sufre? Entonces, ¿por qué se aparta la cámara? Os lo diré: para ocultar la terrible verdad, la crueldad, el dolor y el sufrimiento del animal.

No hace mucho se informaba en los medios de comunicación de la muerte a lanzazos de un toro como parte de los festejos tradicionales de Tordesillas. El colmo de la crueldad. Algo así como matar a un perro con alfileres. Dicen en este pueblo de bárbaros que están orgullosos de sus tradiciones, pero no permitieron el acceso a los periodistas, para que no pudiesen grabar las imágenes. ¿Qué tipo de orgullo es ése? ¿Desde cuándo se oculta algo que forma parte de tus tradiciones? Eso se llama vergüeza. Y no sólo del pueblo, sino de las autoridades de que lo permiten y fomentan.

Mención aparte merecen los toros de Coria, cosidos a dardos para regocijo del pueblo llano.

¿Quieren ejemplos de luchas entre hombre y bestia? Acercense a ver una Rapa das Bestas. Tradición y orgullo. Poder contra poder. Sin sangre ni dolor.

Dicen que si no hubiese toreo se extinguirían los toros de lidia. Es como decir que sin cazadores furtivos no habría elefantes. Lo que se extinguiría es el entramado de empresarios taurinos, toreros endiosados y demás farándula. Poderoso caballero es Don Dinero.

lunes, 17 de septiembre de 2007

A las duras y a las maduras

Es donde hay que estar. Hemos estado con ellos cuando ganaban, cuando arrasaban, cuando ilusionaban. Nos han hecho comernos las uñas delante del sofá contra Argentina en el Mundial o contra Grecia en este Eurobasket. Nos han hecho gritar enloquecidos contra Alemania. No podemos olvidar todo esto.

Es cierto que hoy toca lamentarse, nos han hecho sufrir y nos han decepcionado. No podemos escondernos: cualquier cosa que no fuese oro era un fracaso. Era nuestro europeo, en casa y con la aureola mundial. No podíamos fallar. Y fallamos. Otra vez, y van seis finales de Europeo perdidas, desde aquel 24-18 que Lituania nos endosó en 1935.

Pero no podemos darles la espalda. Es el momento de apoyarles, de ser una auténtica afición. Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina y la rabia acumulada puede ayudarnos a llegar al oro, a batir a aquella mítica selección que se llevó la plata en el 84.

Y es el momento de apoyar al baloncesto, de recuperar sus épocas doradas, de poder ver un partido por televisión sin que te interrumpan para dar el resumen de algún partido de Tercera Regional del maldito fútbol. Por algo ha sido El partido más visto de la historia

Sobre el partido contra Rusia, poco tengo que decir. Mínima anotación desde que Pepu es entrenador (la siguiente es la final del Mundial contra Grecia). Nuestros cracks bajo mínimos. Defensa de colegio y ataque de pollo descabezado. Menos mal que los rusos no tenían el día tampoco, que si no nos cae la paliza del siglo. Simplemente recordar que no es el último tiro el que define una final, sino todo el partido. Y el partido de ayer fue malo tirando a muy malo con momento extremadamente malos.

De todas, formas, hay que dar la enhorabuena a los Chicos de Oro. Y las gracias por haber devuelto la ilusión a una afición que se había perdido. ¡A Pekín!

viernes, 14 de septiembre de 2007

El chancho lanudo

Esta semana me he sobresaltado con algunas de las noticias que han llegado a mis oídos. Bueno, más bien a mis ojos. Y ha sido a través de esta impresionante fuente de información digital que constituye La Voz de Galicia. ¿Qué sería de mí sin ella? ¿Cómo me enteraría de todas estas noticias tan impactantes que influyen de manera sistemática en el devenir de los acontecimientos universales?

Una de las mejores, la del chancho lanudo, gran prodigio de la naturaleza, azote de darwinistas y lamarckianos. ¿Jerseys de cerdo para la coleccion Otoño-Invierno de Roberto Verino? Puede que la realidad supere a la ficción.

Hay otras noticias
para mear y no echar gota
. ¿Será una advertencia del destino para que cuidemos nuestras próstatas? ¿Deberíamos dejar de estimurlas analmente con tanta fruición? Las consecuencias podrían ser devastadoras ...

Próximamente más inquietantes noticias del mundo que nos rodea

Y otro pasito más ...

Parece mentira. La otrora bestia negra, la engrasada máquina alemana, la poderosa selección teutona, mansa como un corderito, vapuleada, apabullada, ridiculizada por el empuje de España.

Hay que reconocer que hubo momentos de auténtico ridículo. Cuatro posesiones seguidas con los alemanes incapaces de pasar de mediocampo. He de reconocer que no esperaba ni de lejos este resultado, ha superado con creces mis mejores previsiones. Estos chicos van a ser difíciles de parar. Ahora nos esperan Grecia o Eslovenia para jugarnos los cuartos y un pase a la final.

Pau Gasol estuvo casi ausente durante el partido, lo cual es bueno para la selección que necesitaba un poco de desintoxicación de esa dependencia de referente ofensivo y no tan bueno para él, que parece no encajar un mal día. Ahí va mi tironcillo de orejas. Tras ganar de casi treinta puntos, y con un arbitraje en mi opinión imparcial, y eso que no soy objetivo, no me ha gusto la actitud de crítica.

Declaraciones poco oportunas, bastante prepotentes. En definitiva, poco acertadas. Se ve a leguas la táctica de quejarse ahora para que te lo tengan en cuenta y te traten bien mañana. Pero hay que saber disimular mejor, como hacía Pepu Hernández al final del partido, no cargar tintas sabiéndote ganador, no vaya a ser que te den una lección de humildad

miércoles, 12 de septiembre de 2007

El triunfo de la sencillez

Allá vamos. Primeros de grupo. Alemania o Italia nos esperan. ¿A quién prefiero? A ninguno, la verdad. O a cualquiera de los dos. A Italia no, porque tienen un juego de equipo muy coordinado, maestros de la tensión y el juego al límite de la falta, expertos en desquiciar al contrario. Vale que están de capa caída, con estrellas sobrevaloradas, pero no podemos fiarnos. A Alemania tampoco, porque ni tienen juego de equipo, ni estrategia, ni buen juego, pero tienen un tío que te puede hacer un roto en un mal día, y a la historia reciente me remito.

Pero somos los mejores. Somos los campeones del mundo. Nos tiene que dar igual. Esto es un calendario y hay que poner una victoria en cada día para ganar el campeonato. Así de fácil. Caiga quien caiga. Venga quien venga. Tenemos calidad para ganar a cualquiera que se nos ponga por delante. Y jugamos en casa. Llega la hora de la verdad y no tenemos excusas. ¡A por ellos!

Por otra parte, hoy nos han dado una lección de sencillez. Israel, eliminada del Eurobasket, jugó el mejor cuarto, en mi opinión, de todo lo que llevamos de competición. Y sin grandes estrellas, sin tácticas complicadas. Con cosas que se ven en cualquier entrenamiento de alevines: circulación de balón, puerta atrás, pase al hombre libre, tiros cómodos. Y nos enchufaron 29 puntos en 10 minutos. Vale que la defensa de España no puede calificarse de numantina, pero Israel jugó el baloncesto ideal, en estado puro. De libro.

Y como siempre he pensado que deporte y vida van de la mano, mi reflexión va encaminada a reivindicar la sencillez en las cosas que hacemos, en el día a día. No hace falta complicarse mucho la vida para ser feliz. Con cuatro cosillas básicas podemos tatuarnos una sonrisa en los labios. No sigo que sea fácil, digo que es sencillo. No, no es lo mismo

lunes, 10 de septiembre de 2007

Esto sí que es un viaje

Parece una bitácora normal y corriente, pero echándole un vistazo se me han puesto los dientes muy muy largos: El diario de Passepartout

Para aquellos incultos como yo, os diré que Passepartout es el nombre original de Rigodón, el de la vuelta al mundo de Willy Fogg. Buscando por ahí parece que había un libro antes de los dibujos animados de un tal Julio Verne.

Sí, querido lector, tu astucia te ha llevado acertadamente a la conclusión de que la bitácora narra un viaje, una vuelta al mundo. Es una bitácora de verdad. De gente valiente y decidida que tiene claro que lo importante es vivir, y que una tribuo de enfurecidos castores de Kentucky me roa los huesos si hacerse una vuelta al mundo durante un año no es vivir. ¡Olé!

Juan Palomez



Genial. Sublime. Ocurrente y desenfadado. Me llamó la atención en un pabellón de deportes lleno de gente. En un mundo anónimo y masificado, hay ciertas perlas de originalidad que nos confieren una aureola de majestad: "llevo esta camiseta y estoy un par de puntos por encima vuestra".

Bien es cierto que llamar la atención también puede servir para ser objeto de chanzas y burlas, pero con un poco de personalidad todo se reconduce al reconocimiento social. Ya lo sé, sólo es una camiseta. Pero lo de Sabrina sólo fue una teta y ahí la teneis, en la conciencia colectiva de los españoles por encima de acontencimientos como la entrada en la OTAN o la crisis del petróleo.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Al Eurobasket

Allá fuimos. No nos lo podíamos perder. La magia del baloncesto en vivo y en directo. La tensión, el sudor, la emoción contenida. Es el Eurobasket, señoras y señores, baloncesto en estado puro. Y había que estar ahí. No puede decirse que fuese barato pero ... ¿para qué trabajamos? Pues eso.

Nada más entrar se respiraba la diversidad cultural, la rivalidad deportiva. Rivalidad, pero sana. Si algo me encanta del baloncesto es que las aficiones de los dos equipos entran y salen juntas del campo. Sin vallas ni cordones policiales. Se grita y se anima, y tan amigos al salir. Como debería ser, aunque otros deportes no puedan presumir de lo mismo.

Primer duelo, la sorpresa hebrea echa a la cuneta a la artillería pesada de los balcanes. Sorpresa en la grada y euforia en la cancha. Merecida victoria del equipo israelí. Aplausos.
El final del partido me trae a la memoria recuerdos de otras épocas, de otras canchas, de comentarios de entendidos en la materia, sabor a pipas y sonido de bocinas. Mitos vivientes del baloncesto pululaban aquí y allá. Iannakis, Orenga ... Qué tiempos aquellos.

Comienza el segundo choque: la fría madre Rusia contra el fuego griego. ¡Jelás!, gritan los helenos, enfundados de azul y blanco. ¡Ra-sí-a!, corea la roja hinchada moscovita. Aumenta la tensión, los gritos. Nada los separa. En un campo de fútbol, hubiese significado una reyerta. Pero esto es baloncesto, un deporte noble, que aún recuerda valores como el compañerismo, el esfuerzo, el sacrificio por el equipo. Valores que se pueden llevar a la vida, de los que se debería aprender, que deberían enseñarse en nuestras escuelas. Final del encuentro. La frialdad de la estepas doblega los embites del Peloponeso.

Al salir del estadio, pasamos por delante de un campo de fútbol, donde jugaba un segunda B. Había más gente que en un pabellón donde jugaban dos de las mejores selecciones del mundo. Curioso. ¿No podrá la eñemanía rememorar los tiempos gloriosos del baloncesto español? Brindo por ello.

Mañana a las 8, siguiente asalto de España ante Grecia, rememorando la final del pasado campeonato del mundo. ¡A por ellos!