lunes, 25 de febrero de 2008

viernes, 22 de febrero de 2008

Vuelve Michael Knight

Sí, señioras y señores, damos y caballeras. La noticia me ha dejado casi de piedra. Claro que si vuelven Indiana Jones y Rambo, ya nada me extraña. Estoy esperando a Kirk Douglas con la continuación de Espartaco.

Leyendo con más calma, me llevé una desilusión. Lo que van a hacer es continuar el coche fantástico, pero con un nuevo protagonista y un nuevo coche. No le vaticino demasiado éxito: un Ford Mustang nunca será un Pontiac, y en la conciencia colectiva de mi generación hay cosas que no se pueden cambiar así como así.

Os dejo un avance de la nueva versión:




Pero no puedo dejar pasar la ocasión de revivir aquellos momentos de nuestra niñez que han quedado en nuestra memoria para pasar a formar parte de la historia:



Y por último, no puedo evitar hacer un recuerdo de la decadencia, volver a la dura realidad en las que los héroes de nuestra tierna infancia y adolescencia se derrumban como ídolos con pies de barro. Pobre Michael

jueves, 21 de febrero de 2008

Lo que se hace con el rabo

Hay que ver las cosas que puede llegar a ver uno en las noticias. Son de estas cosas que ves nada más levantarte y que te marcan, como poco, para todo el día. A mí creo que me van a dejar marcado durante algo más de tiempo. Como adelanto, os diré que ambas tienen que ver con el pene.

La primera se refiere a un premio que quieren dar a un hombre que se dedica a pintar con su pene. Que curioso. Me puedo imaginar como empezó todo, un día en un museo, con sus amigos, ridiculizando algún cuadro: "¡Eso lo pinto yo con la punta de la polla!". Y claro, luego hubo que demostrarlo.

Claro que esto me suscita una serie de incógnitas. La primera es si usará profiláctico o lo hará "a pelo". Imagino que el profiláctico limitaría la sensibilidad del artista y el trazado de los contornos, con lo cual será a pelo. Espero que use lienzos finos, porque como pinte sobre esparto debe tener la punta lijadita.

La siguiente incógnita es el tipo de pintura. Imagino que será acuarela, porque como use óleo ya lo veo dejando el miembro a remojo en aguarrás toda la noche. Pero aún siendo acuarela, que es soluble en agua, después de tanta actividad algo de colorcillo tiene que quedar en el glande.

Pero la mayor de las incógnitas para mí tiene que ver con el grosor del trazo. No sé si tendrá el cimbrel en forma de pincel, pero un pene normal no es lo más adecuado para dibujar, a duras penas puedes realizar tratos someros, ¡y este hombre hace hasta retratos!

Otra noticia que he ha impactado es la del funcionario de prisiones chupándosela a un preso. Que imagen más curiosa. Siempre tenemos el topicazo de que en las cárceles se vive muy bien, con televisión, comida caliente (juas) y todas las comodidades pero esto ya me empieza a parecer excesivo: "¡Agente, una mamadita!".

No deja de llamarme la atención que quieran denunciar al guardia. No sabía que era delito hacer una mamada. Yo de esta me libro, pero como sean delito otras cosas, habrá que empezar a preparar la defensa.

martes, 19 de febrero de 2008

La leyenda del roble

No sé por qué, pero últimamente me veo embargado por una ansiedad lírica que me desborda. Debe ser la edad, que ha acrecentado mi sensibilidad hasta límites insospechados. Tantos años negando el romanticismo intrínseco a mi persona han acabado por desbordar mi resistencia a la belleza de las palabras.

Y han venido a mi memoria estos viejos versos, que han corrido de boca en boca durante incontables generaciones. Mis mejores recuerdos con ellos, en forma de canción, vienen de mis tiempos en México, donde en un alarde de intercambio cultural la interpretamos de viva voz, para goce y disfrute de los nativos aztecas. Qué tiempos.

Para haceros una idea, podeis escuchar esta y otras insignes melodías, aunque no son del todo fieles a la letra original, que cito a continuación



En un antiguo condado
de estirpe prosaica y noble
vive un pueblo acojonado
por la Leyenda del Roble.

Afincado entre jarales
de altas torres derruidas
ve cenecer los días
entre los vastos nogales
de hojas secas y sobrías.

Y como nido de cuervos
entre peñascos acervos
de caídos torreones,
se alza un castillo protervo
de mil pares de cojones.

Era el amo del castillo,
por vida y gracia disoluta
un gachó de horca y cuchillo,
mala leche, bruto y pillo,
un verdadero hijo de puta

Se llamaba Vergabundo
de Apalanca a Punta Pala
y era el cabrón tan fecundo
que, cuando se encandilaba,
daba por el culo a todo el mundo.

Cortejaba una doncella,
de carnes duras y prietas,
una gachí cojonuda
de exuberantes tetas.

Esta moza era sin faja
asombro de medio mundo
y en su honor Don Vergabundo
se hizo más de una paja.

Caminando con sus huestes
por los caminos de Olmedo,
vió cerca de una fuente
como la niña inocente
se estaba metiendo el dedo.

Al verla Don Vergabundo,
quedose un instante fijo,
más de pronto, en un segundo,
y enarbolando su pijo
arrastrola hasta un roble
y abriéndole los muslazos,
le sacudió cinco polvazos.

La doncella, aunque cachonda,
resistiose cual un mulo,
¿Otra ronda? - gritó el Conde -
y hasta la dió por el culo.

La muchacha cayó muerta.
No se sabe a ciencia cierta
qué fue lo que la mató,
si la embriaguez de la dicha
o los tres quince de picha
que el conde la regaló.

Y aquí termina la historia de
Vergabundo, el conde noble
que jamás enemigos tuvo
pues usó siempre la picha por lanza
y los huevos por escudo

lunes, 18 de febrero de 2008

Orgullo

El orgullo, sentimiento curioso y contradictorio. Apreciado y respetado cuando hablamos de orgullo patrio, del orgullo de la manada o del padre orgulloso de su hijo. Denostado sin embargo cuando el orgullo nos ciega o alguien orgulloso se niega admitir su error.

Desde siempre me ha fascinado la fuerza lírica de Bécquer, especialmente en sus rimas. Y al respecto del orgullo, nos dejó una perla magistral

Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón...
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por que callé aquél día?"
y ella dirá. "¿Por qué no lloré yo?"

lunes, 11 de febrero de 2008

jueves, 7 de febrero de 2008

Molly Malone

A veces parece que la historia se burla de la desgracia y fragilidad humana. Pasamos gran parte de nuestra vida soñando con salir del anonimato, con hacer grandes cosas que hagan que nuestro recuerdo perdure para siempre ...

Y hay veces que el destino nos lo permite, irónicamente, por nuestra desgracia. Este es el caso de Molly Mallone. Dice la leyenda que era una lozana jovenzuela mariscadora que recorría las calles de Dublín vendiendo mejillones y berberechos. No parecía destinada a pasar a la posteridad, más bien a ser un personaje anodino difuminado en el tiempo. Pero la vida es a veces cruel y Molly murió en la calle, víctima de las fiebres, sin que nadie la pudiese ayudar.

Aún así, nada parecía que fuese a pasar a la posteridad, pero su historia hecha canción pasó a ser el himno oficioso de Dublín. Una existencia lastimera encumbrada a símbolo de una ciudad.

Así reza la canción:


In Dublin's fair city,
'where the girls are so pretty,
'I first set my eyes on sweet Molly Malone,
'As she wheeled her wheel-barrow,
'Through streets broad and narrow,
'Crying, "Cockles and mussels, alive alive oh!"

'"Alive-a-live-oh,
'Alive-a-live-oh",
'Crying "Cockles and mussels, alive alive oh".

'She was a fishmonger,
'And sure 'twas no wonder,
'For so were her father and mother before,
'And they both wheeled their barrow,
'Through streets broad and narrow,
'Crying, "Cockles and mussels, alive, alive oh!"

(chorus)

'Now I was a Rover,
'And sailed the seas over,
'So I bid my farewell to sweet Molly Malone.
'And as I was sailing,
'The wild wind was wailing,
'Crying, "Cockles and mussels, alive, alive oh!"

(chorus)

'She died of a fever,
'And no one could save her,
'And that was the end of sweet Molly Malone.
'Now her ghost wheels her barrow,
'Through streets broad and narrow,
'Crying, "Cockles and mussels, alive, alive oh!"

(chorus)




Así, cuando llegamos a Dublín nos llama la atención su estatua, punto de encuentro de los dublineses. Y si nos acercamos a un pub, con una pinta de Guiness en la mano, y tenemos la oportunidad de escuchar su canción, su tono lastimero nos contagiará.

Símbolo de una ciudad oprimida, escenario de tantas revoluciones fallidas, de hambres y guerras; dicen que su espíritu aún vaga lastimero por las calles de Dublín.