sábado, 21 de marzo de 2009

Año nuevo, vida nueva

Sí, ya lo sé, estamos a finales de Marzo. De hecho, ya es primavera (hasta en el Corte Inglés). Pero es que realmente esto de cambiar de vida cuesta bastante trabajo, y para eso hace falta algo de tiempo.

Y es que todos nos hacemos nuestros propósitos de año nuevo, entre los cuales suele incluirse lo de dejar de fumar y cambiar de vida. Pues bien, no he dejado de fumar (aunque me he estabilizado en cinco cigarrillos al día), pero sí que he cambiado de vida.

¿La receta? Bueno, no es complicado, lo importante es tener los ingredientes. El primero es un cambio de trabajo, un giro bastante marcusiano. Me gustaba mucho mi trabajo, pero trabajaba demasiado. Me di cuenta de que para vivir hace falta tiempo, así que cambié de trabajo a uno menos ambicioso pero más tranquilito.

Segundo ingrediente: cambio de ciudad. Las grandes ciudades tienen muchos alicientes: hay de todo, puedes viajar, ambiente dinámico, glamour cosmopolita ... pero también creo en el encanto de la vida tranquila en ciudades más pequeñas, donde nadie tiene prisa y todo va más despacio.

Pues bien, con estos ingredientes y mucha ilusión, ya hemos cocinado una nueva vida.

Aún no la tengo del todo acabada, quedan muchos flecos, muchas cosas que espero ir resolviendo con el tiempo. Y retomar otras que había dejado atrás, como este blog.

Pero bueno, como las buenas costumbres hay que mantenerlas, espero que todo vuelva a su cauce y me sigais viendo por aquí.