sábado, 31 de mayo de 2008

La señora del armario

Reconozco que tengo cierta debilidad por las noticias raras, e incluyo todas las que me encuentro en la bitácora para el disfrute general, pero ésta se lleva la palma de todas las que he visto.

Imagina que escuchas un ruido en el armario. Es raro, pero puede haber entrado algún bicho o algo. De repente lo abres y te encuentras a una señora. Y resulta que te dice que vive allí, en tu armario, entre tus camisas. Pues esa es la noticia que nos llega desde el lejano Oriente, concretamente desde Japón.

Resulta que la señora llevaba años viviendo en ese armario, acercándose de vez en cuando a la nevera a por algo de comer. Y tenía más "residencias" en otros armarios de la vecindad. No sé, necesito más datos, sobre todo saber como son las casas para que la buena señora ande entrando y saliendo de los armarios.

Pero vaya, que en noticias curiosas, está muy alta en la clasificación y da un nuevo sentido a la manida expresión de salir del armario

viernes, 30 de mayo de 2008

Gorilas cornudos y ositos de gominola

Hace poco hablaba de cosas que me hacían perder la noción del tiempo, como entrar en una estación de tren. Hoy tengo otra delante de mí: estoy comiendo ositos de gominola. Que sensación. Que placer. Los estoy disfrutando como un niño travieso que los come a escondidas. Al cuerno con la operación biquini, hoy he corrido media maratón y me los he ganado.

Además, he currado lo mío. Por eso me llama un poco la atención otros mal llamados trabajadores. Sí, hablo de funcionarios. Resulta que han comenzado la guerra del café. Como lo oyen, se niegan a que les controlen el tiempo que se tarda tomando café. No sé vosotros, pero yo no suelo salir a tomar café en horario de oficina, y si lo hago es a toda velocidad, así que el que me quiera controlar, adelante. Parece que esta gente tiene otra visión de las cosas. Algo habrá que ocultar ...

Cosas para ocultar son también las infidelidades. Sobre todo si eres un gorila. Parece ser que un zoo ha nacido un gorila que no es del macho dominante. No sé como va esto entre los gorilas, pero asl biólogos les ha escandalizado. Resulta que un macho rebelde se ha trajinado a una de las hembras. Dice el artículo que se ha descubierto todo porque la hembra "mostraba una actitud muy familiar con otros machos del grupo". Vaya, que no era un gorila listo sino una gorila ligera de cascos.

Ah, y para presumir de civilización europea, un tribunal francés ha anulado un matrimonio porque le chica mintió sobre su virginidad. Y luego hablaremos del resto de países "incivilizados", que vulneran los derechos de las mujeres.

Y para acabar, un viaje por el espacio. Estais tranquilamente en la estación espacial, después de años de entrenamiento para ser astronauta y se estropea el WC. No es cuestión de ir a aliviarse fuera. Y lo de llamar al fontanero está complicado. Hay que echarle imaginación. Os dejo que penseis en como solucionariais la papeleta, que a mí se me hace demasiado escatológico.

jueves, 29 de mayo de 2008

El caballero de la mano en el pecho

Corría el año 1584. Se acababa la obra de El Escorial. Moría Iván el Terrible. Y un tal Domenikos Theotokopoulos, que no es el pivot del Madrid sino el mismísimo Greco, se ponía a pintar a un caballero con la mano en el pecho. El cuadro, que tiene por oríginal título El Caballero de la mano en el pecho es también conocido como El juramento del caballero.


Del segundo título se deduciría que el caballero está jurando cual ministro español, pero la cosa parece no estar tan clara. Manuel Machado, unos añitos después, nos expone otra teoria

Este desconocido es un cristiano
de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no más la empuñadura
de su admirable estoque toledano.

Severa faz de palidez de lirio
surge de la golilla escarolada,
por la luz interior iluminada
de un macilento y religioso cirio.

Aunque sólo de Dios temores sabe,
porque el vitando hervor no le apasione
del mundano placer perecedero
en un gesto piadoso, y noble y grave,
la mano abierta sobre el pecho pone,
como una disciplina, el caballero.


Vaya, que opina que se trata de un gesto piadoso, de una coraza frente a la obscena influencia del mundo real, de las tentaciones mundanas, que nada tienen que ver con el noble espíritu del caballero.

Pues yo tengo otra teoría: una bursitis. ¿En qué me baso? Pues en varios detalles. El primero: la espada. Se ve que la empuñadura no es demasiado ergonómica. Si se usa de forma frecuente, provocaría problemas en las articulaciones. Segundo: la cara de poca satisfacción, de dolor sordo contenido. Está claro que algo le pasa. Tercero: el ángulo de inclinación del brazo. Claramente de reposo, mientras que si fuese un juramento o una protección sería más firme.

Mi teoría puede verse influenciada por el hecho de que estoy escribiendo con un codo envuelto en hielo, lo reconozco, pero rigor no le falta.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Falto de ideas

Pues sí, la verdad es que hoy estoy falto de ideas para escribir. No sé por qué, generalmente mi falta de adaptación a la vida social me genera una necesidad compulsiva de vaciar mis pensamientos en algo escrito, pero hoy me han hablado un rato por la tarde y parece ser que se me ha pasado la necesidad.

De hecho, la primera idea para la entrada era un simple:

Os escribo porque no tengo nada que hacer y os dejo porque no tengo nada de que deciros


Pero me parecía demasiado prepotente, incluso para ser yo, así que voy a dejaros un par de cosilla por si os aburrís mucho y quereis pasar el rato.

La primera es una recopilación de caretos raros en fichas policiales. La 16 no tiene precio, y el de la 13 tiene que ser el primo de Roberto Dueñas después de venir de un magosto. Un magosto es una fiesta tradicional (que ahora que lo pienso podría ser una buena entrada para la bitácora) en la que, entre otras cosas, sueles pintarte la cara con los carbones de la hoguera.

Otra curiosa recopilación, esta vez de anuncios molestos en páginas web. Creo que he desarrollado una especie de filtro que hace que ya ni los vea, pero al verlo así todos juntos me hacen recordar que había épocas en los que incluso me distraían.

Y para acabar, típico vídeo gracioso pero poco creíble, sobre todo porque lo están filmando justo cuando pasa.

lunes, 26 de mayo de 2008

400 euros

Siempre se dice que la española es una democracia joven, pero a lo tonto ya han pasado bastantes cosas. Ha habido cambios de presidente, golpes de estado, huelgas generales ... pero pocas tan comentadas por el populacho como la famosa medida de los 400 euros.

Y es que ZP se levanta un día generoso y le da por repartir el dinero de las arcas públicas. Total, como no hace falta para carreteras, sanidad o educación, pues lo repartimos. Como se hace con lo que sobra del bote al final de una noche de juerga. Y Solbes que se sube por las paredes, claro. Que como entre un imprevisto ya los veo hipotencando la Moncloa.

La gran pregunta es: ¿a dónde irá a parar ese dinero? Pues yo veo dos opciones diferenciadas. La primera es que estoy agobiado de dinero y va a ir directamente al banco. La segunda es que estoy sobrado y me lo gastaré en una cena a costa del resto de contribuyentes. Pues ninguna de las dos me convencen.

Y ahora viene la gracia: ¿cómo funciona esto? Pues sólo hay que seguir unas pequeñas reglas. Para empezar, tener un sueldo. Después, haber cotizado más de esos 400 lerus. No lo he calculado exactamente, pero esto ya excluye a los que más lo necesitarían.

Y luego me corroe la gran duda de si al hacer la declaración de la renta me va a salir a pagar por haber cotizado 400 euros menos. Sorpresa sorpresa.

Lo que sí tiene que ser una sorpresa es bajar al centro comercial y encontrarte a tu hermana gemela. Sobre todo si no sabías que la tenías. Es una de esas historias que me cuesta creer, porque no está situada en Madrid ni en Barcelona, donde puedes pasar toda tu vida sin cruzarte con alguien. No, esto es en Gran Canaria. 28 años en una isla y nadie se había dado cuenta. Y ahora le piden 3 millones de lerus al gobierno, aprovechando que están de rebajas. Claro.

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal

Aviso a navegantes: esta entrada contiene referencias explícitas al contenido de la película. Si piensan ir a verla y no les gustaría que se la destripasen, les conmino a detenerse en este punto


Pues no, no he podido resistirme. No es que sea yo un fan del cine (fanzine), y menos de las superproducciones, pero ésta tenía un ambiente retro y nostálgico que me atrajo como una luz a una polilla. Cada cual tiene sus limitaciones.

A nivel de sensaciones, he de decir que verlo aparecer con su látigo y su sombrero me causó la misma impresión que con las otras, y mira que ya llovió. Y cuando suena la musiquita y se pone a hacer sus malabarismos, parece que no ha pasado el tiempo. Por no hablar de la sonoridad de esos golpes imposibles, que siguen sonando como hace veinte años.

Vaya, que la película es entretenida, te lo pasas bien. Pero mucho más no tiene. El guión me parece un poco flojo. Eso de meter una bomba nuclear con calzador no tiene mucho sentido, pero librarse de ella metiéndose en una nevera ya pasa de castaño oscuro. Y el manido recurso del rollito OVNI para justificar el final está un poco visto ya. El resto, previsible. El templo que se derrumba justo al final, la historia de amor con la chica, el reencuentro con su hijo, el amigo que se salva ...

Impresionante el lifting de Harrison Ford. Yo quiero uno dentro de cincuenta años. Y ojo al guiño del final. Yo pensaba que el chico recogería el sombrero y daría la oportunidad de que se diese el relevo generacional. ¡Pero lo recoge él mismo! ¿Habrá quinta parte? ¿Vivirá para siempre? ¡Que nervios!

jueves, 22 de mayo de 2008

Mar







martes, 20 de mayo de 2008

Culto a la vida

Puede ser un tema cultural, pero la primera idea que se me viene a la cabeza cuando me hablan de un cementerio es un lugar triste, lúgubre, tétrico, un lugar donde se da culto a la muerte para intentar mitigar el miedo que le tenemos.

Tal vez sea por eso que este cementerio en concreto me impactó. Porque no es un lugar de culto a la muerte, sino de culto a la vida. Un lugar que intenta esconder la inevitable realidad de nuestro fin alargando el recuerdo de nuestra plenitud.

No había epitafios lúgubres ni frases lapidarias. Nada de vírgenes sollozando ni de santos en actitud de arrepentimiento. Es un cementerio con estatuas de soldados, de boxeadores, de bellas jóvenes, de ángeles con las alas abiertas de esperanza. Un cementerio con sus panteones cubiertos de mensajes de amor, de recuerdo, de reconocimiento, de gloria.

A la salida del cementerio, los domingos por la tarde, nos encontramos un alegre y animado mercado de artesanía, con cientos de puestos rebosantes de cachibaches y abalorios. Podemos ver a la gente paseando con su inseparable mate, y a jóvenes alternativos tocando sus bongós entre malabar y malabar.

Y no nos llamará la atención, porque salimos de un cementerio que no es triste, por mucho que sea un cementerio.

Tiene tumbas famosas, llenas de turistas haciendo cola para fotografiarse, como la de Evita Perón, todo un símbolo nacional ...

Pero una y otra vez me sorprendí mirando a una, una en especial. Fuera del pequeño mausoleo podemos ver la estatua de una muchacha. Una muchacha joven, lozana, con sus cabellos al viento y la mirada perdida en el horizonte, escrutando con curiosidad la vida que le queda por delante. A sus pies un perro, de mirada tranquila, un amigo fiel.

Era su luna de miel. Allá en los Alpes. La muerte entró por la ventana en forma de alud, sepultando bajo su frío manto los deseos e ilusiones de la muchacha. ¿Creeis que triunfó la muerte? Puede ser. Prefiero pensar que se la llevó para evitarle la cara amarga de la vida, prefiero creer que vivió sin mancha de tristeza, envidia o dolor. Llamadme iluso si quereis.

A estas alturas ya sabreis, como poco, de que país hablo. Sí, es Argentina. Concretamente Buenos Aires. Concretamente el cementerio de Recoleta. Y antes de que alguien me lo vuelva a preguntar, Gardel no está allí. Realmente Buenos Aires rebosa Gardel, pero si lo que buscais es su tumba, debereis dirigiros al cementerio de Chacarita.

Claro que eso es otra historia ...

lunes, 19 de mayo de 2008

El tren

Aquellas nubes negras que se adivinaban en el horizonte anticipaban la amenaza de lluvia. Pero aún tardarían en llegar, así que tirando del asa de nuestras maletas comenzamos el camino, como un paseo. Al llegar, nada más atravesar el umbral de la puerta, el tiempo se detuvo.

Todo a mi alrededor dejó aparentemente de existir. La gente que estaba a mi lado ya no parecía estarlo, los sonidos parecían desvanecerse en un eco mortecino que apenas llegaba a mis oídos ...

Y es que hay lugares que no pertenecen a nadie, que no se pueden situar en ningún mapa, lugares que no se pueden ubicar en un momento determinado del tiempo. Lugares en los que tu vida transcurrió, y sigue transcurriendo. En diferentes momentos y diferentes sitios, pero en el mismo lugar.

Y uno de esos lugares es una estación de tren. No importa donde esté, no importa cuando sea. Te acercas al andén y vuelves a ser el mismo que eras hace pocos o muchos años, en esta o en aquella ciudad.

Observé las vías. No importaba ya la ciudad, o la hora. No importaba si yo era aquel niño boquiabierto agarrado de la mano de su madre. No importaba si yo era aquel adolescente, aprendiz de adulto, que cargaba con su mochila mientras miraba con nostalgia lo que quedaba en el andén. No importaba si era yo aquel aventurero que, con una mochila nueva, se lanzaba a ver el mundo.

Esta vez era el hombre encorbatado atado a un portátil. Pero eso ya no importaba, porque la sensación era la misma. Era de nuevo niño, adolescente y hombre. No sabría deciros qué habría aparecido si me hubiese mirado en un espejo.

Este tren ridiculiza las distancias, vuela sin despegar, es una bala plateada que corta el verde silencio de las montañas. Pero nada ha cambiado. No importa que sean otros paisajes, otros asientos, otros destinos. Nada ha cambiado ...

viernes, 16 de mayo de 2008

Por una bandeja de croissants

Parece mentira. Esto de tener un blog es como un pasatiempo, como una curiosidad pasajera, como un "a ver de que va esto". Pero al final de va cogiendo el gustillo, y empieza a formar parte de tu vida. Es como tomarte el café y comentar las noticias del día, pero en versión digital.

Es uno de estos hábitos que vas cogiendo sin darte cuenta, pero que si te quitan de repente echas en falta. Pues esto me ha pasado a mí. Una semanita castigado sin conexión y notaba yo una sensación de vacío, como cuando sales de viaje y te parece que se te olvida algo. Pero no pasa nada, ya estamos de vuelta.

Por ejemplo, al leer esta noticia no pude dejar de acordarme de nuestro lector y amigo Petrosky. La cosa empieza una noche de borrachera, o más bien de vuelta de borrachera, en que robas una bandeja de "curasanes" recién hechos de la puerta de un bar. No es que haya que aplaudir acciones de este tipo, pero tampoco es como para echar a nadie a la hoguera.

El dueño no presenta denuncia, pero la fiscalía actúa de oficio. Hay un testigo del hurto, robo, sustracción, atraco o lo que demonios sea (parece que ahí está la clave de la cuestión). Total, que eran siete, y el fiscan pide año y medio de carcel. Exagerado me parece teniendo en cuenta que si dividimos tocan a dos "croissants" cada uno.

Pero las cuentas que echan en la noticia son casi mejores. Siete abogados de oficio (con sus procuradores incluidos), con la pasta que cobran, para dilucidar sobre una bandeja de "cruasanes" que cuesta veinte lerus tirando por lo alto. Y luego dirán que es un trabajo duro.

Debo ser yo, que soy un bicho raro y no lo entiendo. Pero ojo con meterse conmigo, que al que haga un chiste sobre gallegos lo pueden mandar tranquilamente a la cárcel también.

¿Que son 1.000 abogados en el fondo del mar? ... ¡Un buen comienzo! I'm back.

viernes, 9 de mayo de 2008

Trabajar fuera

Ya sabeis que estoy siempre al servicios de los lectores del blog, que expresan su voluntad a través de los siempre bienvenidos comentarios. Pues bien, me han pedido una entrada acerca del trabajo fuera de España, así que allá vamos. Tengo cierta experiencia trabajando fuera, aunque algunos de los lectores del blog (lectoras sobre todo) tienen más experiencia que yo, así que os contaré mis impresiones personales y luego si os apetece pasamos a la zona de debate.

Antes de nada, resumiré mi tesis sobre este tema, y es que nadie da duros a cuatro pesetas. Es decir, no creo que haya un país definitivo donde los sueldos sean los más altos, el trabajo el más llevadero y la vida más bonita. Más que nada porque si no estaríamos todos a las puertas de la frontera.

Vamos empezar por el tema del sueldo. Parece que en cualquier parte a la que vayas se cobra el doble que en España. Pues bueno, hay que decir que no todo es mito. Recuerdo un viaje a Munich en el que por casualidad conocí a un compañero de empresa de la oficina de allá. Hablando, hablando, resultó que su sueldo de entrada era el doble que el mío, haciendo el mismo trabajo para la misma empresa. Que sí, que el nivel de vida era un poco mayor allí, pero desde luego no era el doble, con lo cual es cierto que tenía más soltura económica que yo.

Me pasó más o menos lo mismo con mis compañeros yanquis, con el agravante de que para ellos una casa o un coche representaba menos de la mitad del gasto que me representaría a mí de acuerdo a mi salario. Allí el nivel de vida era también más alto que en España, pero no había diferencias exageradas.

Luego llegó la cruz de la moneda con compañeros míos de México o Argentina (sí, trabajo en una multinacional) que haciendo lo mismo que yo cobraban bastante, mucho menos, y el nivel de vida en sus paises era más bajo que el nuestro, pero comparativamente perdían bastante.

Como podeis ver, hay para todos los gustos, pero hay que decir que en España da igual el sueldo que nos den, nos vamos a meter en una hipoteca a 40 años y vamos a estar igual de achuchados, mientras que por ahí afuera se compran lo que se pueden comprar con más realismo (subprimes, aparte).

Luego está el tema de la calidad del trabajo. Como Maz decía, todo el mundo tiene un primo en Suecia que trabaja cuatro horas al día. Bueno, en España tenemos toda una legión de funcionarios que no hacen ni eso, así que no miremos tan lejos.

Ciñéndonos al trabajo de verdad, es decir, a la empresa privada, es cierto que trabajan menos horas que nosotros, pero desde que llegan hasta que se levantan están fijos mirando a la pantalla. Comen un sandwich en media hora y pueden no dirigirte la palabra si no es estrictamente necesario.

Nosotros llegamos un poco tarde, nos vamos a tomar el cafecillo, leemos el correo, otro cafecillo de media mañana, visita al blog de turno, hora y media para comer ... Hace poco, en un proyecto en Dublín, las presentaciones eran del tipo: "el equipo de desarrollo francés está en la segunda planta, el equipo inglés se sienta en la esquina de allá y a los españoles puedes encontrarlos en la máquina de café" (Verídico).

También hay que decir que en otros países que no voy a mencionar nos echábamos nuestra partidita al Quake en red todos los días después de comer. Vaya, que hay para todos los gustos.

Mi conclusión particular: que es más importante lo que pasa cuando acabas de trabajar que dentro del trabajo. Y en España sales más tarde, a lo mejor con menos dinero, pero te vas a un bar a tomar unas cañas. Y hace sol. Y me gusta la gente. Y me gusta el Atlántico. Y que el mundo está muy bien, hay que ir a verlo ... y volver.

Vaya parrafada que me he marcado. Para los valientes que hayan llegado hasta aquí: ¿Cómo se dice cuando tienes unas ganas irrefrenables de tomar una cerveza? Pues que tienes mono de cañas.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Busca y captura

Es curioso. Siempre he pensado que debería ser "búsqueda y captura", pero no me voy a poner picajoso, que luego me llaman de todo. De todas formas, en gallego se dice "busca" y a mí me suena bien.

¿Y sabeis qué se busca? Nada más y nada menos que 25.000 ingenieros. Digo yo que o mucho se han desperdigado o a vista de pájaro no será tan difícil encontrarlos. Vaya, que unos 10.000 estarán jugando a la Play, pongamos que 5.000 viendo Lost, otros 5.000 navegando desaforadamente y sobre 3.000 jugando al mus. Vamos a dejar 2.000 de margen por si hay alguno raro que esté realizando actividades sociales.

Ahora en serio, ¿qué esperaban? ¿Que todos los ingenieros acudiesen en masa para cubrir ese sinfín de vacantes en puestos sin futuro y mal retribuidos? Resulta impactante leer el artículo en profundidad. Cito textualmente: Venezuela, Perú, Colombia y Chile son algunos de los caladeros donde Adecco buscará los trabajadores que OMEL no encuentra en España. También en el este de Europa (Rumanía, República Checa y Eslovaquia), aunque el idioma y la mayor proximidad con otros países en los que los sueldos y coberturas son mayores hace más difícil que su primera elección sea España.. O sea, que tienen que ir a buscarlos lejos porque los que están cerca se van a sitios donde están mejor pagados. ¿No habrán pensado en pagar más, a ver que pasa?

Si hasta el becario más tonto se levanta un quilito. De lerus, sí, de lerus. Y sólo por hacer fotocopias y un par de recados. Y luego querrán ingenieros, claro.

Para rematar, me quedo con las últimas confesiones de Sadam Hussein: que tenía miedo de contagiarse ¡de SIDA! Lo raro es que ese hombre haya llegado a presidente de un país. O sea, que tienen encarcelado los americanos y te preocupa el SIDA. Si me dices la muerte súbita del lactante, aún, que mata más rápido que la horca, pero lo del SIDA tiene narices.

martes, 6 de mayo de 2008

El amanecer de un lunes

Los que me conocen saben que soy ave nocturna, saben que me muevo mejor de noche que de día y que las sombras suelen ser mis aliadas. Quizás por eso estaba receloso del amanecer. Puede que para muchos de vosotros sea algo habitual, pero para mí madrugar es algo insólito (entendiendo por madrugar levantarse antes de las siete, claro).

Pues hoy madrugué. Aún era noche cerrada cuando metí mis bártulos en el coche, camino de una nueva aventura. Era una madrugada templada, casi veraniega. La temperatura era agradable y quizá eso contribuyó que empezase con una sonrisa un tanto relativa.

Resultó inquietante ver como el paso de los quilómetros iba despejando la niebla. Los últimos jirones se iban replegando recelosos hacia los valles, mientras me iba acercando a la anaranjada claridad del incipiente amanecer.

Éramos pocos, muy pocos, los que desfilábamos por la carretera. Parecía como si el mundo entero se hubiese dormido y se estuviese desperezando poco a poco. Los quilómetros seguían pasando y se me antojaba un viaje hacia el mundo de la gente despierta, que dejaba atrás ojos cerrados y bostezos.

Se despertaban los árboles, y las nubes, y las pequeñas briznas de hierba que jalonan las cunetas. Nadie más perturbaba ese momento de serenidad, de consciencia del día que empezaba.

Ahora que la noche ha caído me vuelvo a sentir en mi elemento, y me atrevo a recordar el amanecer ...

lunes, 5 de mayo de 2008

Un domingo cualquiera

Estaría bien que fuese un domingo cualquiera, pero no lo es. Este es un domingo com todas las letras, con mayúsculas, de estos que aparecen en la enciclopedia al lado de la definición de domingo, es "el Domingo".

¿Qué hace que un domingo sea domingo? En primer lugar, que en el telediario hablen de atascos. Pues hoy ha sido un buen día para vender latas de refrescos, porque las entradas a Madrid no daban abasto. También tiene que haber fútbol, y hoy ha habido para aburrir. Gritos, cláxones desbocados, banderas y bares abarrotados. Que se lo digan a la Cibeles.

En el lado personal, un cocido que no se salta un torero y una buena siesta después para que no se escape ni un solo gramo de grasa. De ahí pasamos a la vagancia sintomática sólo perturbada por un café en una vetusta cafetería. Domingo total.

Y ahora viene la sensación de no tener sueño pero saber que mañana hay que madrugar. Y mucho. Porque si hoy es un domingo de aúpa, mañana promete ser un lunes de impresión. Vaya, que dentro de cinco horitas estaremos a pie para hacernos cuatro horitas de coche.

Os dejo con un experto en domingos, por si no os ha quedado claro.