El candado chino

Aviso: esta entrada muestra contenido sexual explícito.

Probablemente todos recordemos aquel viejo chiste del hombre más rápido del mundo, que corriendo alrededor de una farola se daba por el culo. Es tán viejo que creo que cuando me lo contaron me reí por no quedar mal, pero no llegué a entenderlo.

Pues bien, para lograr tamaña proeza no hace falta ser Usain Bolt, simplemente tener cierta habilidad y muchas ganas de experimentar. Hablamos concretamente de introducir en el ano tu propio pene. La verdad es que al principio pensaba que era la típica leyenda urbana, pero las pruebas gráficas me han sacado de mi error.

También me llama la atención el nombre que le han puesto: el candado chino. Y lo que no me dejo de preguntar es qué llevo al primero que lo hizo a intentarlo. Porque si te lo cuentan, puedes dejarte llevar por tu curiosidad o por buscar los límites de tu cuerpo, pero hacerlo de motu propio requiere unas grandes dosis de algo, no sé si de perversión o de aburrimiento.

La técnica no debe ser del todo sencilla, porque requiere una mezcla de excitación y relajación, de forma que el miembro esté lo suficientemente erecto y a la vez suficientemente flexible. Claro que también puede ser genético y haya penes especialmente diseñados para la función.

Como último aviso, recomendaría no intentarlo en casa a no ser que uno esté seguro de lo que hace, que lo malo puede ser que no lo consiga meter, pero lo peor puede ser no poderlo sacar. Avisados quedan