
Y sobre todo va a depender de quien te lo pregunte y de lo que respondas. Vamos a desglosar los posibles movimientos:
Un "Sí, me gusta el cine" puede acabar con una horda de buitres culturetas comiendo el hígado de tu intelectualidad con preguntas sobre el último ciclo de cine azerbayano en versión original o el actor secundario que hacía de policía en la película que ganó el Óscar al mejor guión original adaptado en 1959.
También puede ser que un puñado de frikis se abalance sobre ti apuñalándote con un sinfín de siglas tipo HD, Blurrei, Full HD, y utilizando tus omoplatos como escuadras para triangular la mejor posición del quinto altavoz del Dolby 3.0.
Siempre puedes caer entre una caterva de especialistas en un género y entrar en el debate de si Chuck Norris es más duro que Charles Bronson, o si Hugh Grant es comparable a Richard Gere cuando sonríe, o si Angelina Jolie está más buena que Charlize Theron.
Vamos, que la respuesta no suele dejar indiferente a nadie. Yo suelo responder lo que respondo siempre a la mayoría de las preguntas: "Depende". Y luego ya veremos.