viernes, 14 de agosto de 2015

El mar es de todos

Hay noticias que me producen una extraña sensación intermedia entre indignación e incredulidad, básicamente porque me parecen tan aberrantes que una parte de mí quiere pensar que no son verdad. Pues esto mismo me pasó con esta entrevista al director de los guardacostas en Galicia. Concretamente, hay una frase que no tiene desperdicio
Espero que dentro de 25 años la idea de que el mar es de todos quede ya desterrada
Frase lapidaria, diría yo. No voy a dudar de las buenas intenciones de este señor, pero esto ya me parece exceso de celo, como poco. Porque guste o no, el mar es de todos.

Evidentemente, no voy a defender el furtivismo: que el mar sea de todos significa que entre todos hay que cuidarlo. Significa que tiene que haber una ordenación de los recursos pesqueros y un adecuado control de las especies para asegurar su sostenibilidad. Pero de ahí a convertir el mar en un coto privado de caza, hay un abismo.

La verdad es que no entiendo por qué no puedo coger marisco para consumo propio. Las nécoras y las centollas nacen y crecen sin que nadie las alimente ni las cuide, pero resulta que sólo unos pocos las pueden pescar. Y no me digan que no es sostenible que las saque del agua pero sí lo es que luego las compre en la pescadería, porque los bichos son los mismos.

Otra cosa es que se pesque para vender. Ahí estoy de acuerdo en que tiene que haber un control estricto para que los recursos no se agoten. ¿Pero no será que el problema del furtivismo está en quien compra y no en quien pesca? ¿Me van a decir que no tienen medios para inspeccionar de dónde viene el producto que se vende y subasta? ¿No será que no interesa actuar contra tantos intereses creados en cofradías, lonjas y restaurantes? Porque estamos hablando de furtivos que sacan del mar quilos y quilos de marisco, y eso no puede ser tan difícil de rastrear.

Llevo casi toda la vida pescando y es tristemente cierto que los recursos se agotan. Hay veces que me cuesta reconocer la ría, y donde antes hervían algas y peces, ahora está arrasado. Y no creo que sea por los que vamos a pescar de vez en cuando.

Pongo el ejemplo del pulpo, que como siga por este camino va a ser especie protegida. Con mi licencia de pesca deportiva puedo coger dos al día (quien los pillara) mientras un barco puede sacar unos 40kg al día, más otros 40kg por tripulante. ¿De verdad soy yo el que esquilma el mar? Y mejor no hablamos de las nasas caladas a menos de dos metros de profundidad.

Resumiendo, que este tipo de actituides me parecen abusivas. Tengo mi licencia de pesca submarina y respeto las vedas a rajatabla, pero cada vez que veo marisco me cuesta un poco más no echarle la mano. Y ahora que me he enterado de que en 25 años el mar ya no será de todos, me va a constar incluso más