domingo, 2 de diciembre de 2007

Una noticia triste

La verdad es que me pilló tarde y por sorpresa. Después de una juerga de niveles exagerados el viernes, el sábado me levanté con la desagradable sorpresa de que ETA ha vuelto a matar. Alguno dirá que se ha roto la tregua, pero que nadie olvide lo de la T4 en Barajas.

En la entrada anterior hablaba de lo efímero de la vida humana, de como cambia de rumbo en un instante, como la llama de una pequeña vela sacudida por el viento. Pues desgraciadamente, ha vuelto a suceder. Entras a tomar un café, y resulta tu último café. Un choque fortuito, dicen. Poco tienen de fortuitas las ganas de matar.

Jóvenes, muy jóvenes. De poco van a servir todo el apoyo y consuelo que sus familias, como tantas otras, pueden recibir. Toda una vida por delante, segada, arrancada de raíz por una sinrazón. No sé si algún librepensador o profundo conocedor de la mente humana podría explicarlo. A mí se me escapa.

No he dejado de preguntarme por qué iban desarmados, o si habría cambiado algo de haber llevado sus armas. Tampoco si eran demasiado jóvenes para ir a vigilar la guarida del lobo.

Me cuesta buscar la nota positiva a todo esto, quizá lo menos malo sea el mensaje de unidad por parte de nuestras instituciones, esperemos que no sea flor de un día.

Mientras tanto, que descansen en paz.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Las fuerzas de seguridad en el extranjero nunca van armadas a no ser que esten en una operación especial, como detenciones o registros. Por eso no llevaban armas.

Diancecht dijo...

La verdad es que desconozco el protocolo en estos casos, pero por lo que he leído hoy formaban parte de una operación de cierta envergadura coordinada con las fuerzas de seguridad francesas, así que podrían haberlas llevado.

Diógenes de Babilonia dijo...

Les habrían servido de poco. Los terroristas actuaron con rapidez.

De todas formas, nadie sabe cuál fue la causa directa del atentado, y lo cierto es que desentrañarla supone un gran problema. ¿Los policías se dirigían al coche para notificar que habían visto a dos terroristas, y éstos los siguieron para no tuviesen tiempo de ello? ¿O acaso los etarras les venían siguiendo la pista expresamente para asesinarlos?

La primera conjetura tiene sentido si pensamos en la actitud excesivamente nerviosa que refieren las dos mujeres que posteriormente secuestraron para escapar -de lo que deducimos que no tenían una fuga preparada, como sí ocurrió en el caso de Durango-, o en el hecho de que atentaran en Francia contra objetivos españoles, cosa que no hacían desde los años 70.

La segunda probabilidad, sin embargo, nos explicaría la acción de los guardias, que simplemente se dirigían al coche para marcharse, porque si hubieran notado la presencia de los etarras dentro del café, habrían usado desde allí sus teléfonos móviles.

Es difícil aclararlo. Esperemos que el guardia civil que aún vive se recupere pronto.

Diancecht dijo...

Pues tengo que referirme a lo que leo en los periódicos, y es que los encañonaron al salir de la cafetería para comprobar que eran agentes. Incluso uno de ellos registró el vehículo.

Y sobre el otro agente, no sé mucho de medicina, pero el término "muerte cerebral" no da grandes augurios.

Paco dijo...

Estos hijos de puta matan cada vez que pueden y por desgracia esta vez han podido. Mientras en el PP sigen agitando las masas y culpando a Zapatero del atentado. Qué disparate.

Diancecht dijo...

Lamentablemente, el otro guardia civil, Fernando Trapero, ha fallecido. Descanse en paz.

Por lo menos parece que han detenido a los culpables

Por cierto, paco, no es por meterme, pero a lo mejor no es el momento de ponerse a tirar de tendencias políticas, que vamos a parecer dirigentes ...

SpiderfromMars dijo...

Pues solo faltaba que la culpa fuera también de Zapatero, nos ha jodido... Y de que ahora mismo me esté doliendo la cabeza...pues también

Bicos
Spider Giraluna