
Puede que no sea de las cosas más extraordinaria y sorprendentes que se puedan encontrar, y menos con esto de la aldea global, donde no te puedes mover sin que los internautas de medio mundo se enteren, pero me ha sacudido la vena filosófica, en concreto la de la fragilidad de nuestras existencias.
Eres un adolescente cualquiera, te haces un corte en la rodilla y de repente, sin avisar, sin venir a cuento, sin mayor explicación, tienes una enfermedad que te deforma y te convierte en una atracción circense. Brutal. Es un ejemplo que llama la atención, pero cuántas vidas a nuestro alrededor se ven sacudidas de repente, sin posibilidad de reacción, sin marcha atrás, sin nada que hacer. Vamos a sacar una conclusión positiva del asunto: hay que aprovechar la vida, aunque sea por si acaso.

Para terminar dejaré una historia curiosa, al más puro estilo Iker Jiménez, para aquellos que tengan tiempo de ocio que invertir en la historia del hombre pez
5 comentarios:
Dios!! Pone los pelos de punta, a mi me empezo a picar el cuerpo de verlo, es un caso aislado pero me compadezco de el, no me gustaría estar en su lugar
Bueno, no todo iba a ser tan agradable en este blog como su autor ...
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