martes, 14 de abril de 2009

Locos en la carretera

Bueno, imagino que no seré el único que está en plena resaca de vacaciones, ¿no? Los síntomas clásicos: pesadez de párpados, lentitud de reflejos y sobre todo pensamientos espesos que provocan un aumento desmedido del tiempo de reacción ante cualquier estímulo externo, especialmente si es un despertador.

Imagino que si no me hubiese dedicado de forma profesional a la juerga todo habría sido más llevadero, pero no tengo la culpa de tener a unos perdidos por amigos que me han arrastrado de bar en bar, un día tras otro.

Y por fin este año no me ha tocado carretera. No la echo nada de menos. Horas y horas pendiente de la cafrada que te iba a hacer el de adelante o del de detrás.

Por ejemplo, este hombre que pillaron circulando borracho por la carretera. Vaya novedad, ¿no?. Ya, pero es que este iba en caballo. Siempre es mejor uno que doscientos, pero tiene tela. Lo que no sé es si un jinete borracho hace que un caballo vaya dando eses o los caballos ya están curados de espanto.

Este otro no parecía ir borracho, pero tampoco parecía muy normal cuando lo paró la patrulla de tráfico. ¿La particularidad? Llevar a los niños en el maletero. Leyendo más, resulta que tenía cinco churumbeles y sólo sitio para dos. Un poco de pena sí que da, pero ya puestos llévalos a todos en los asientos apretados, no como si fueran patatas.

Y para acabar, vamos a dar un buen ejemplo, de un país de esos donde parece que todo lo hacen mejor, se vive mejor y son más listos, más altos y más guapos. Ahí sí que saben conducir. A éste lo pillaron cuando iba "follado". Y además iba muy rápido. Si es que luego se suicidarán en masa, pero lo que nos queda por aprender ...

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