lunes, 17 de septiembre de 2007

A las duras y a las maduras

Es donde hay que estar. Hemos estado con ellos cuando ganaban, cuando arrasaban, cuando ilusionaban. Nos han hecho comernos las uñas delante del sofá contra Argentina en el Mundial o contra Grecia en este Eurobasket. Nos han hecho gritar enloquecidos contra Alemania. No podemos olvidar todo esto.

Es cierto que hoy toca lamentarse, nos han hecho sufrir y nos han decepcionado. No podemos escondernos: cualquier cosa que no fuese oro era un fracaso. Era nuestro europeo, en casa y con la aureola mundial. No podíamos fallar. Y fallamos. Otra vez, y van seis finales de Europeo perdidas, desde aquel 24-18 que Lituania nos endosó en 1935.

Pero no podemos darles la espalda. Es el momento de apoyarles, de ser una auténtica afición. Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina y la rabia acumulada puede ayudarnos a llegar al oro, a batir a aquella mítica selección que se llevó la plata en el 84.

Y es el momento de apoyar al baloncesto, de recuperar sus épocas doradas, de poder ver un partido por televisión sin que te interrumpan para dar el resumen de algún partido de Tercera Regional del maldito fútbol. Por algo ha sido El partido más visto de la historia

Sobre el partido contra Rusia, poco tengo que decir. Mínima anotación desde que Pepu es entrenador (la siguiente es la final del Mundial contra Grecia). Nuestros cracks bajo mínimos. Defensa de colegio y ataque de pollo descabezado. Menos mal que los rusos no tenían el día tampoco, que si no nos cae la paliza del siglo. Simplemente recordar que no es el último tiro el que define una final, sino todo el partido. Y el partido de ayer fue malo tirando a muy malo con momento extremadamente malos.

De todas, formas, hay que dar la enhorabuena a los Chicos de Oro. Y las gracias por haber devuelto la ilusión a una afición que se había perdido. ¡A Pekín!

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Las estadísticas son desastrosas.

20% en tiros de 2
57,7% en tiros libres, Pau un 41,7
15 pérdidas de balón
5 recuperaciones

Un mal día, ánimo ya se sabe que muchas veces el deporte es muy ingrato.

El Señor No Puedo dijo...

Oí decir por ahí que la rivalidad real en la final era de quien llegó más chumado al partido. Los ruskis, como siempre, beberían civilizadamente (emborracharse y a la camita), pero dicen las malas lenguas que Gasol y Navarro tenían una mala cara muy sospechosa. Ya nada me extraña.

El Señor No Puedo dijo...

¿O no era Navarro? Ya no sé ni lo que me digo. Las pastillas de noche son malas, no las toméis.

Anónimo dijo...

DROGOTAAAAAA!!!!!

Diancecht dijo...

Antes de nada, romper una lanza por Pau: sólo falla el que tira, y si fue a la línea de tiros libres es porque provocó las faltas, cosa que otros no hicieron.

Y sobre lo de beber civilizadamente, durante este Eurobasket he compartido noches de juergas con griegos, lituanos, rusos, croatas y otras hierbas, y desfasan igual que nosotros. O más

A ver si te crees que lo de beber como un cosaco significa beber con civilización ...

Anónimo dijo...

Yo creo que las caras son normales después de la paliza de las rondas previas y las eliminatorias, teniendo en cuenta que no han empezado las ligas y vienen de un período vacacional.
Sólo se han entrenado lo que se ha visto de concentraciones, es normal que estuviesen cansados.
Entre eso y la presión ambos equipos rivalizaron en ver quien fallaba más tiros y perdía más balones, porque ellos perdieron 14.
Ganó el menos malo.

Anónimo dijo...

Andaba por el internes buscando un poco de zoofilia y he topado con esto.

Un poco decepcionante pero bueno es lo que hay.

Supongo que sabrás quien soy.(sonambuleando)

Diancecht dijo...

Si lo mezclas con sadismo, te remito a la siguiente entrada

Unknown dijo...

Es que... a alguien no se le ha pasado por la cabeza el simple comentario de: "Cuando un motor falla LO MEJOR ES CAMBIAR" y luego paso lo que paso...
Nadie lo cree, todo el mundo lo duda (de boquita para afuera si) pero que hay cosas inexplicables las hay de ahi que haya enfermos que misteriosamente se recuperan al igual que inexplicablemente otras cosas desastrosas tambien ocurren.